La variedad de uva tinta Cabernet Franc es originaria de la región del Médoc francés. Es allí donde forma parte, junto con la Cabernet Sauvignon y la Merlot, del ampliamente conocido “corte bordelés”.
Los primeros documentos escritos que registran su cultivo datan del siglo XVIII, aunque la variedad ya se conocía en el Valle del Loire con anterioridad. Este valle forma una de las mayores áreas de cultivo de esta variedad. El cruce de la Cabernet Franc con la Sauvignon Blanc dio como resultado la reconocidísima Cabernet Sauvignon.
Desde hace un par de décadas son más los productores que la vinifican como varietal y no para la mezcla de otras cepas, como normalmente la vemos. La Cabernet Franc es un cepaje con distintas facetas, que ya dejó de ser una moda y pasó a formar parte del maravilloso mundo vitivinícola.
- Cómo se la conoce
También llamada “Bouchet” o “Bretón”, es muy apropiada para zonas frías por su temprana maduración. Muy posiblemente fue plantada en la abadía de Bourgueil, bajo los cuidados de un abad llamado Bretón, cuyo nombre se asoció a la uva. En otros tiempos la variedad se utilizó para elaborar vinos suaves para el consumo en restaurantes, sobre todo en el noroeste de Italia, pero en los últimos años en el Loira, Francia, ha dado vinos voluminosos y aterciopelados de primera categoría.
- Características de la cepa
Vigorosa y de poca ramificación, su racimo es de tamaño medio y presenta bayas uniformes de color negro azulado, las cuales se desprenden totalmente una vez que está en la etapa de maduración. Además, se adapta bien a las regiones altas o zonas calientes, pero hay que tener cuidado ya que es muy sensible al oídio y a la botrytis, enfermedades comunes.
- Características de los vinos
Sus ejemplares son amables, equilibrados y sumamente interesantes. Su nivel de acidez es más bajo en comparación con los Cabernet Sauvignon. Sus características pueden variar de acuerdo con la zona en donde fue cultivado. Los de altura suelen ser de cuerpo medio y de aroma a frambuesa dominante; mientras que los de zonas más calientes presentan tonos más herbales, notas a pimiento y a frutas más oscuras como la ciruela y la cereza. Lo cierto es que envejecen muy bien. Sus ejemplares son amables, equilibrados y sumamente interesantes.
- Su incursión americana
En América, el terroir chileno la acogió positivamente y la ensambla a la manera bordelesa, mientras que en Califonia se destacan excelentes varietales. No obstante, en Argentina se producen Cabernet Franc memorables y llenos de genialidad.
- Compañero del blend
Se emplea principalmente para mezclar con Cabernet Sauvignon y Merlot en los blends tipo Burdeos, también como acompañante del Malbec a quien le aporta un trazo herbal atractivo. Sin embargo, se puede encontrar solo como en los vinos de Chinon del Loira, Francia.
- Maridaje
Su cuerpo es ligero, su acidez equilibrada y los taninos presentes pueden combinarse con una amplia variedad de alimentos:
Si eres amante del queso y de los vinos, te recomendamos maridar esta cepa con el roquefort, gorgonzola, gouda y brie.
Si estás pensando en una ensalada, le va muy bien al pimiento rojo asado, a los champiñones, tomate, berenjenas y espinacas.
Si tu plan es acompañar alguna carne, combina muy bien con carnes de sabores complejos como cerdo asado, hamburguesas de carne, albóndigas en salsa de tomate, o pato, porque el nervio de sus texturas ayuda a limpiar bien el paladar, sin ostentar mucha estructura. Eso sí, las salsas especiadas y en base a hierbas aromáticas son fundamentales.
Redacción Sommelier