Por Soledad Marroquín (@sol_marroquin)
Creadora de La Ola Rosa @laolarosa
Se acabó este verano particular –el más frío de los últimos 30 años– que no nos impidió disfrutar de algunos días de sol y playa. El otoño se vive con tibieza e invita a seguir compartiendo vino rosado todo el año en las mesas. Es la inconfundible versatilidad que los caracteriza, la que les permite estar siempre presentes. Hoy probamos cuatro de estos vinos y fuimos desde España a Perú, Argentina y Chile: Faustino V Reserva Rosé, Vittoria Rosé, Doña Paula y La Piu Belle Rosé.
El vino rosé llegó para quedarse
Atrás quedó el tiempo de mirar por encima del hombro a estos lindos vinos que gustan cada día más. Esta afirmación se basa en cifras de acuerdo con las importaciones de vino que llegan a Perú y, que, a pesar de la pandemia, mantuvo el crecimiento de 30% en la categoría quitándole parte del espacio al vino blanco y tinto.
Hoy el vino rosé ocupa el 10% de las preferencias ganando espacio en las copas y en la mesa. Y es que el consumidor de vino cambió y lo seguirá haciendo. Las nuevas generaciones no tienen prejuicios sobre si el vino rosé es solo para mujeres, la generación Millenial piensa de manera más libre y se enfoca más en el momento, en pasarla bien, buscando frescura, más fruta, menos madera, menor grado alcohólico y una presentación atractiva y novedosa. El vino rosé cumple con todos esos “requisitos” que exigen sin querer queriendo, los nuevos consumidores del vino.
Este cambio se observa no solo en las importaciones sino en los canales de venta, digital o física, en las góndolas de los supermercados, las tiendas especializadas y por supuesto, en las cartas de los restaurantes donde su presencia se hace cada vez más notoria. Es cierto que en Lima aún existen locales donde no es así, pero coincide en que el lugar no tiene sommelier o un profesional del vino que oriente y provoque a los consumidores a salir de su zona de confort y deje el vino de toda la vida. Es cierto, “el cliente siempre tiene la razón” pero ese conservadurismo en el beber vino o comer, lo priva de una enorme diversidad de sabores, sensaciones y emociones.
Versatilidad, la palabra clave
Lo hemos dicho en artículos previos, el gran valor del vino rosé es su enorme versatilidad tanto al momento del consumirlo como en la variedad que se puede presentar en la mesa. Incluso para aquella persona que recién está empezando su aventura vinera, iniciar con vino rosé es un win win porque no necesita mayor descripción, que a veces confunde más que provocar atracción.
Justamente por esa versatilidad y juego que ofrecen en la mesa es que se pueden beber todo el año, como acostumbran en Estados Unidos, Francia o España. Más fríos si hace calor, menos fríos si el clima así lo pide.
Comprobamos la experiencia con los platos nikkei de la cocina de Ache Sushi Wok Nikkei. En su acogedora terraza empezamos con el tiradito de trucha salmonada de Huancavelica, jugoso, con rica acidez y toques de chimichurri de menta que se casó con muy bien con el Vittoria rosé a base de Cabernet Sauvingon.
Tiradito de trucha salmonada de Huancavelica con Vittoria rosé
Siguió un plato de niguiris variados y sorprendió el que tenía salmón con una salsa trufada donde el Faustino V Reserva Rosé a base de la uva reina de Rioja en España, Tempranillo, bailó bien.
No piensen que solo tuvimos platos a base de pescado. Probamos también el Kuropan, muy sabroso, de asado de tira, pan negro al vapor acompañado de aros de cebolla furai, pepinillos y chimichurri que suspiró con el Doña Paula Rosé a base de Malbec. ¿Alguien duda que el Malbec y la carne tienen un amor eterno?
Kuropan con Doña Paula Rosé
Cerramos con un arroz Thai con curry japonés, tocino y langostinos, un mar y tierra intenso que fue estupendo con La Piu Belle Rosé de la bodega Vik, un blend de tres variedades: Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Syrah, muy original y de edición limitada.
Arroz Thai con La Piu Belle Rosé
Así que no lo duden más, los vinos rosé con su enorme variedad de tonos y sabores, llegaron para quedarse y disfrutarlos todo el año.
Recuerda que todos los vinos de esta nota los puedes encontrar en Bodega T o licorería El Pozito.
