Por Mirko Sanchez

Hace más de 20 años, Víctor González regresó al Perú de los Estados Unidos después de trabajar en el bar de un tío en Washington D. C. Su objetivo era abrir un negocio propio donde plasmar todas sus ideas. Después de buscar por Lima encontró en Barranco el lugar ideal para abrir un “rincón romántico con vista frente al mar”. Así nace Acantilado de Barranco, que este año celebra su 22 aniversario.

Llegar al Acantilado de Barranco (calle Ermita 102) es una travesía corta pero placentera. Y es que para llegar debes emprender un viaje a pie, si te encuentras, por ejemplo, en La Plaza de Armas de Barranco. El recorrido está lleno de contrastes, esos que solo un distrito como Barranco puede ofrecer. Cafeterías, pequeñas iglesias, bares, escaleras, murales. Así llegamos al Acantilado. Un lugar privilegiado, con vistas al mar, donde por tradición miles de parejas disfrutan de su amor.

La experiencia que Víctor González adquirió en el bar de su tío en Washington D. C. le dio un mejor panorama de lo que quería hacer al regresar al Perú. Empezó a buscar lugares y encontró la propiedad en la que cumple 22 años acogiendo, principalmente, parejas en busca de un momento especial. Pero el Acantilado no es solo romanticismo, ofrece también música de los 80´s para todo aquel que vaya en busca de buenas vistas y distraer el paladar.

“Empezamos en la Semana Santa de hace 21 años y desde ese entonces conservamos la misma tónica: un sitio romántico con música de los 80’s para un público adulto contemporáneo”, comenta Víctor González, dueño del Acantilado de Barranco.

Los platos llegan de uno en uno a la terraza del Acantilado, que nos da la bienvenida. Para la ocasión, Walter Zapata, jefe de cocina, nos preparó un ceviche mixto de pescado, calamar, pulpo y conchas de abanico, acompañado de camote glaseado, choclo y chifles. “Hemos implementado los combos porque el ceviche es algo que sale mucho. Ahora vienen acompañados con arroz con mariscos o chaufa de marisco”, comenta.

Ceviche mixto y laguna azul

Además de los clásicos piqueos y hamburguesas que tienen en la carta, existe una cuota criolla: los anticuchos. Imperdibles en Barranco. Ojo, se sirven sin palito. “Tenemos una salsa anticuchera que siempre ha predominado acá, servimos con papas doradas y choclo”, cuenta Walter, que lleva cuatro años al mando de la cocina.

El ultimo plato en llegar fue el arroz con mariscos, un clásico para disfrutar en esta época del año. A base de salsa madre, con un toque aromatizante, propio del chef de la casa, con hierbas como el tomillo y romero fresco. Adicional, su infaltable sarsa criolla.

Desde el segundo piso del Acantilado se observan las mejores vistas al mar. Ahí, conocimos a Víctor León, actual administrador del local. “Conozco a Víctor González hace muchos años. Llevo trabajando acá aproximadamente 10 años, un tiempo estuve ausente, pero hace tres años volví”, cuenta León.

Víctor nos comenta que han optado por la coctelería clásica. Muestra de ellos fue el Apple Martini con el que nos sorprendió, decorado con rodajas de manzana en forma de espiral. El otro coctel que nos ofreció fue un mojito, servido en una moscow mule con una rodaja de naranja deshidratada y abundante hielo, especial para el verano o las puestas de sol que se sienten calurosas.

Apple Martini

Mojito Clásico

“Estamos presentando una versión veraniega, que es nuestro potencial”, agrega Víctor, quien nos presenta el último coctel de autoría. Laguna azul, muy atractivo a la vista, a base de ginger ale, zumo de limón, vodka y curacao azul.

Para las personas que buscan atardeceres románticos y una propuesta gastronómica variada en Barranco, te recomendamos Acantilado de Barranco. Puedes visitarlos en dos horarios. De lunes a viernes de 5:00 p.m. a 11:00 p.m. y de sábados a domingos de 1:00 p.m. a 11:00 p.m.