En Picnic, el nuevo restaurante de Rafael Osterling, se experimenta la sensación de entrar al restaurante de un club campestre, pero, en el corazón de San Isidro. Ofrece una carta llena de clásicos, reconocibles y que difícilmente cansan al paladar. Pero, gastronómicamente hablando, ofrece un giro que lo hace más atractivo y apetitoso, con ingredientes cuidadosamente escogidos, con calidad, técnica en las preparaciones y refinamiento, tres elementos que resultan un hilo conductor en todos los proyectos del reconocido chef peruano.

Por Vanessa Rolfini @rutasgolosas

En este caso, al frente de Picnic están los chefs Rodrigo Alzamora y Lukas Sifuentes, el primero en temas de asesoría y concepto, y el segundo, que se ocupa del día a día en la cocina, y deja colar indudablemente su formación en cocina francesa clásica y su conocimiento de la despensa local. 

La carta es concisa, de platos que no necesitan mayor explicación, donde es fácil hacerse de más de un favorito, lo que le da a esta propuesta el potencial de convertirse en uno de los “habituales” de la zona. El chef Sifuentes afirma que es “una versión más confortable de los que se servían en Felix Brasserie, a algunos platos de aquella carta les hemos dado la vuelta y sumamos nuevos. Intento además que haya muchos vegetales en la carta, pero no falta un buen steak”.

Bien atendido en casa

Picnic tiene una decoración acogedora, que inexplicablemente te hace sentir como en casa. Apenas se ponen los pies bajo la mesa, la indicación es explorar la carta de cocteles, donde encontrarán numerosos de autor, que pueden ir desde un refrescante mocktail, hasta darse gusto con la sección de Negronis, compuesta de seis versiones para que los adeptos se den gusto, además, de otros clásicos. 

Negroni

La primera acción es un piqueo para compartir junto a los aperitivos o una copa de vino o una cerveza. La primera recomendación de esta nota es el hummus Magrebi con frijol verde, coliflor y sumac, que resulta cremoso, liviano, un verdadero juego de texturas. Otra opción cremosa y fresca es la Straccoatela Picnic acompañada de focaccia. 

Antes de decidirse por las entradas, llame a la sommelier a la mesa, porque la selección de vinos es realmente exquisita, muchas de las etiquetas solo se pueden disfrutar en restaurantes, y no cabe duda de que su presencia armoniza con la propuesta gastronómica. 

Para el plato de fondo dos recomendaciones. En primer lugar, el montadito arcoíris que al parecer es uno de los más pedidos, con trucha curada y una salsa holandesa suave y cremosa sobre un pan hokkaido, que le hará desear que el plato no se acabe. Luego los tacos de Baja California, que posiblemente quedan un poco opacados por sus compañeros en la carta, pero sus tortillas de maíz nixtamalizadas son suaves y flexibles, sobre la que va una capa de frijol negro, carne de chanco en salsa BBQ, palta y ají guajillo. La sensación será que hizo una gran elección. 

Pasta con albóndigas

Resulta cuesta arriba sorprender con platos simples, esos que conocemos. Entonces, no desestime el spaghetti con albóndigas. De pasta bien hecha cocida al dente (como todas las opciones que tiene la carta), con una salsa arrabiata contundente y albóndigas firmes y suaves elaboradas de chancho y res, cuyo sabor se logra solo con una larga y paciente cocción. El toque final lo da un buen parmesano. Resulta de esos platos que uno comería en casa o en una trattoria, pero aquí es refinado, muy gustoso. Otro consejo, pida un trozo de pan al terminar, querrá que no quede nada de esa salsa en el plato.

Otra opción de fondo que bien vale disfrutar es la Corvinilla Costa brava con vongole, ají amarillo, acompañado de arroz arvejado; es un plato liviano, donde el buen producto se luce, que va maravillosamente con un buen rosé de Malbec o un Albariño, ambas opciones presentes en la carta.

En Picnic se sentirá bien atendido, es de esos lugares para ir acompañado de amigos, familia o clientes, en un ambiente que invita a sentirse cómodo. Diariamente tienen el menú del día que suma platos a los habituales de la carta. La sugerencia es reservar porque la voz se ha corrido con rapidez.