Por Vanessa Rolfini @rutasgolosas

“Alado” es el nuevo restaurante del chef James Berckemeyer, conocido por estar al frente de Cosme, ubicado en San Isidro. Cuando se escucha el nombre del nuevo lugar en medio de una conversación, la fonética nos juega una travesura, donde lo escuchamos como “al lado”, que rápidamente asociamos con el hecho de que las dos cocinas que dirige este chef están en la misma cuadra. Pero ambos restaurantes son muy distintos el uno del otro, con menús y conceptos bien diferenciados.

La propuesta de Alado se cuece prácticamente toda en el Josper, un horno que funciona a muy alta temperatura, porque se sirve de las brasas como fuente de calor. El menú es variado, donde la impresión es que todos los gustos encontrarán algo a su antojo y medida. En el caso de las entradas, las primeras recomendaciones de esta nota son el pastel de choclo, el fresquísimo y bien logrado atún tataki, el tuétano que resulta cremoso y bien gustoso, y el pulpo rico en notas de sabor y textura. El propio chef cuando se le pregunta por sus favoritos de la carta apunta a la burrata y tiene toda la razón. Una sugerencia que agradecerá es que bien vale pedir el servicio de pan hecho en casa, acompañado con dos tipos de mantequilla.

Berckemeyer esperó más de ocho años para encender fuegos en otra cocina, pero como pasa en competencias de atletismo, tuvo una salida en falso con la aparición de la pandemia en marzo de 2020, que lo agarró en plena marcha blanca. Del menú de Alado en 2020 mantiene el setenta por ciento de los platos, pero también, como pasa en la vida, lo que en principio parece que juega en contra da un giro a nuestro favor, donde el tiempo y entender los cambios del mercado, le permitió ajustar ajusta el menú e incursionar en otras áreas de la restauración, lo cual, de cierta forma ha influido en que la propuesta de Alado, que ha logrado que se sienta y luzca bien pensada y asentada, como si llevara mucho tiempo en el servicio.

Desde el bar y hasta el postre

El espacio de Alado es amplio, de techo alto, tanto, que el bar tiene sobre la barra una exhibición de botellas que le dan un ambiente cálido. La carta de cocteles es amplia integrado por representantes de la coctelería clásica con el twist de la casa, incluso, destaca un Bloody Mary versionado con ají. También están presentes bebidas con nombre propio, creativamente presentadas y bien articuladas. Si bien el bar es amplio, queda claro que acompaña la comida, está ahí para redondear la experiencia. 

Tataki de atún

Se trata de menú que invita a compartir, a disfrutar distintos sabores, no hay fuegos artificiales aquí, sino mucho oficio y la sensación que la comida bien acompañará cualquier reunión se puede volver, repetir y hacerse de algunos favoritos, como seguramente sucederá con los tortelli de zucca (zapallo), burro (mantequilla) y hierbas, el arroz con pato y el pescado emparrillado con curry rojo.  La carta ofrece una opción llamada Family Style, para mesas de ocho o más comensales donde sirven los platos en el centro de la mesa. 

Como es de esperarse por la presencia del horno Josper, una sección del menú está dedicado a la parrilla con carnes Angus, donde resaltan cortes como lomo fino, entraña, bife y asado de tira (otro favorito del chef), cuyas guarniciones incluyen papas en un par de presentaciones, choclo a la crema cheese y ensalada. Que bien vale armonizar con vino, otro de los fuertes de Alado, que cuenta con una cava variada, con etiquetas bien seleccionadas, donde cada comida encontrará una armonía.

Carne en el horno Josper

En el piso superior del Alado, cuentan con un reservado que bien vale destacar, con una mesa amplia, redonda, sólida, que invita a entregarse a la experiencia, donde el momento se convierta en una fiesta con comensales habituales, tal como expresa el propio Berckemeyer, “no queremos ser el restaurante de moda. Quiero que este espacio perdure, que la gente venga, lo pase bien y vuelva”.