La primera edición del Premium Tasting realizada en Lima en noviembre del 2017 convocó a casi 300 personas quienes por primera vez degustaron 36 vinos rankeados sobre los 93 puntos. Acá, la crónica de lo que fue esta primera cata a ciegas.
Se palpa la emoción del público que espera impaciente para ingresar a la sala del Hotel Westin. Imponente, con mesas vestidas de mantel oscuro, individual para el set de cinco copas. Luz de color azul morado en los bordes de las paredes, luz blanca al centro que permita apreciar los colores del vino al momento de la degustación de las etiquetas, que hasta ese momento eran un misterio, una sorpresa.
Nicolás Alemán, creador de Premium Tasting, rompe los fuegos con emotivas palabras, acto seguido presenta a los moderadores y comentaristas especializados. Patricio Tapia, reconocido periodista chileno especializado en vino y autor de la guía Descorchados, y Marina Beltrame, directora de la Escuela Argentina de Sommeliers.
Los 36 vinos
La selección y orden de servicio del vino llegó desde Argentina a través de un trabajo previamente realizado por los organizadores.
El primer flight (ronda o tanda) llega con dos vinos de Chile, uno de Uruguay y dos de Argentina. El segundo se enfocó en el Malbec argentino, los blends en el tercero y cuarto flight. El descanso y respiro llegaron con los vinos blancos que refrescaron la boca y fueron muy bien recibidos.
Los Cabernet Franc argentinos llegaron en la siguiente tanda de cuatro ejemplares, para continuar con 5 Malbecs de nuevo estilo, texturas distinta y mayor frescura. La última ronda de cuatro etiquetas se denominó “Un paseo por Chile”, donde se lució, como siempre, el Cabernet Sauvignon, culminando con un espumoso.
Los sommeliers a cargo del servicio se ganaron las palmas
El servicio del vino estuvo a cargo de los alumnos de la especialidad de Sommelier Profesional del Instituto del Vino y del Pisco (IDVIP) de la Universidad San Martin de Porres. Las coordinaciones y supervisión de las tareas tuvieron dos líderes: Rodrigo Kohn, head sommelier de la organización Premium Tasting y Jorge Llanos, director del IDVIP.
Las botellas estuvieron cubiertas para la degustación a ciegas. Con esto se busca que la persona llegue a una apreciación del vino lo más objetiva posible y sin la influencia de conocer la marca.
Para Rodrigo Kohn el Premium Tasting “es una fiesta para el sommelier, una exposición para demostrar con humildad, trabajo y respeto la labor del profesional del servicio del vino y así llevar la sumillería al más alto nivel”. Resalta que ha sido un honor trabajar con el equipo del IDVIP.
La tarea preliminar para manejar 900 botellas fue todo un reto. La mañana del sábado, un equipo de diez alumnos ordenó, descorchó, numeró y cató todas las botellas a presentar en el evento central. Durante el mismo, otros 28 alumnos realizaron el servicio, siempre con el espíritu de brindar calidad tanto en sala como en el backstage.
Presencia de vino peruano
Los vinos peruanos si bien no pudieron entrar en la cata, sí estuvieron presentes. Este evento se enfoca en degustar vinos rankeados o puntuados por expertos internacionales como Robert Parker, James Suckling o Tim Atkin y medios especializados como Wine Spectator, Decorchados y Decanter. Nuestros vinos están en proceso de avanzar en la búsqueda por la excelencia, no dudamos que así será. Así, una caja con la vertical de Intipalka No. 1 de la bodega Santiago Queirolo, fue sorteada entre los asistentes. También se sirvió Pisco Sour de esta bodega y de Finca Rotondo en el cóctel posterior.
Un gran logro
En opinión de Nicolás Alemán, esta primera realización de Premium Tasting es muy positiva y cumplió las expectativas ampliamente. “Lograr la asistencia de 25 winemakers, con la cantidad de compromisos que tienen es un verdadero lujo”. El programa 2018 de Premium Tasting ya tiene a Santiago de Chile en junio, Mendoza en agosto, Sao Paulo en septiembre y Lima en noviembre.
En su primera edición en Perú tuvieron dos aliados nacionales. La producción del evento estuvo a cargo de la agencia Joe Quispe comandada por Jorge Mesarina y Mónica Lanas; fue lo mejor que pudo pasar para desembarcar con el pie derecho en Lima, así como el importante apoyo brindado por su partner Vinoteca y Licorería El Pozito, en donde se vendieron las etiquetas degustadas.
Por Soledad Marroquín M.