Por Espacio Vino
Para ir más allá del clásico maridaje de pizzas con cervezas, te proponemos vinos para acompañar una de las comidas preferidas de los argentinos.
En el mundo de las pizzas, no hay dudas de que reinan las cervezas. Sucede que, si bien el maridaje no debe ser una regla estricta, la realidad es que muchas veces hacer concordar los ingredientes de una pizza con un vino no es una tarea tan sencilla.
En muchos casos porque algunos de ellos (como ajo o huevo, por nombrar algunos) representan todo un desafío para el maridaje.
Y más allá de que en los últimos años se produjo una suerte de revival del moscato, no hay quien desbanque a la cerveza.
Sin embargo, especialmente cuando la pizza se hace en casa -masa y salsa incluidas- tintos, rosados y blancos pueden ser grandes aliados para quienes quieren expandir las fronteras de los sentidos.
A continuación, una guía práctica conformada por cinco sabores de pizzas y los estilos de vinos que mejor se adaptarán:
Sabor: muzzarella – Estilo de vinos: Bonarda o Malbec clásico y ligero
Se trata de un sabor clásico y fundamental que funcionará perfectamente con vinos que tengan buena fluidez, taninos ligeros y cuerpo medio. Los Malbec de cuerpo medio y los Bonarda pueden ser dos grandes aliados, dado que nunca taparán el sabor de la pizza pero tampoco perderán mucho terreno en boca.
Sabor: napolitana o tomate con albahaca – Estilo de vinos: Sauvignon Blanc o rosados frescos
El toque de acidez que tiene el tomate suele plantear un pequeño desafío para los tintos. Si a eso se le agrega un touch de ajo, entonces las cosas se ponen más complicados. Sucede que los componentes del ajo generan que se marquen mucho más los taninos, comprometiendo el buen disfrute de cualquier tinto. Por eso, los vinos blancos filosos y ligeros o rosados algo secos y frescos, pueden ser una opción.
Sabor: fugazzeta – Estilo de vinos: blancos aromáticos y de buena acidez
La cebolla, especialmente cuando está poco cocida, se convierte en un ingrediente que, de la mano de sus aromas sulfurosos, ponen en problemas a muchos vinos tintos. Si optás por rehogar un poco la cebolla antes de agregarla a la preparación, sumado al aporte graso del queso, entonces los vinos blancos y estridentes tienen el hándicap suficiente como para hacerle frente.
Sabor: jamón y morrones – Estilo de vinos: Cabernet Sauvignon o Cabernet Franc
Esta pizza suele caracterizarse por su sabor intenso. Esto exige tintos con un poco más de presencia, sin ser necesarios ejemplares demasiado concentrados. Los Cabernet Sauvignon o los Cabernet Franc, con sus aromas especiados y que en general tiran hacia el lado “pimentoso”, se adaptarán muy bien a estos ingredientes.
Sabor: cuatro quesos – Estilo de vinos: tintos con larga crianza en madera
Los ingredientes más grasos, la intensidad que suelen presentar algunos de los quesos elegidos (como el provolone o el queso azul) hace necesario contar con vinos más consistentes, con algo más de carácter y, en lo posible, sucrosos.