Matías Ciciani, “Mati” para los amigos, enólogo de Escorihuela Gascón, representa el rostro de la nueva apuesta de la vitivinicultura argentina, el del balance entre la elegancia y la frescura. Sus creaciones hablan por sí solas, son fieles y honestas. Hace poco su vino MEG 2017 fue premiado como el Mejor Blend de Sudamérica por la reconocida revista inglesa Decanter, la cual le otorgó un puntaje de 96 puntos sobresaliente. Vino que para muchos representa la mejor descripción de los nuevos vinos argentinos.

MEG 2017, vino de bodega Escorihuela Gascón, fue premiado hace poco como el mejor blend de Sudamérica por la revista inglesa Decanter, la cual le otorgó un puntaje de 96 puntos sobresaliente, el valor más alto de toda la cata. Detrás de creaciones como esta hay muchas personas, porque sí, el vino son personas; pero es Matías Cicciani, enólogo a cargo de Escorihuela Gascón, una de las bodegas más antiguas de Argentina (fundada en 1884), quien lideró este proyecto. Su padre, ingeniero agrónomo, fue un apasionado del mundo del vino y su abuelo, director del Instituto Vitivinícola, también; de ellos heredó este buen gusto. Por eso desde los 12 años la tuvo clara y empezó a formarse y a meterse de “manera irreversible en este hermoso mundo”, como él mismo lo define.

A Matías, “Mati” para los amigos, lo conocimos hace unos años en Lima, y varios almuerzos, charlas y vinos compartidos, forjaron una amistad que hoy nos permite una mirada más próxima de su vida. Antes que nada es un orgulloso papá de dos pequeños (una niña y un niño), le encanta venir a Lima por las grandes amistades que ha hecho y, por supuesto, por la comida, y es un gran apasionado de los asados.

“Ingresar a Escorihuela Gascón a los 29 años fue un gran desafío, pero tuve la posibilidad de demostrar todo mi potencial, lo primero que hice fue centrarme en los viñedos, los recorrí, y fue ahí donde descubrí que Escorihuela había sido pionero en la biodinamia, en lo orgánico. Desde ahí me enamoré de todo lo que eso significaba, de todo lo que tiene que ver con la sustentabilidad y calidad de los viñedos”.

Desde que ingresó a Escorihuela Gascón, hace seis años, centró su creatividad en mostrar “de la forma más pura y honesta” el viñedo biodinámico que encontró en la finca El Cepillo, en Valle de Uco, así como desarrollar la línea de alta gama de la bodega, con la intención de dar a conocer al público todo el potencial que tenía Escorihuela. Así fue como en el 2015 elabora su primer vino orgánico biodinámico certificado y con el tiempo ha logrado demostrar al mundo lo que describe como “el potencial innovador de Escorihuela” y “la gran calidad en cuanto a sustentabilidad a largo plazo” de sus viñedos.

“Si tuviese que elegir qué vinos definen el estilo de innovación de Escorihuela, empezaría por el The President´s Blend, MEG y el DON, y le agregaría el Escorihuela Gascón Organic Vineyard”.

Crear vinos para una bodega con tan larga trayectoria, no es cosa fácil, pero Matías siempre se ha sentido libre y motivado a la hora de trabajar. Si hay algo que ha sabido manejar es ese balance entre lo clásico y lo innovador. Y eso se nota, solo basta probar lo que hace y lo fiel que ha sido a ese objetivo. La clave ha sido saber mantener los vinos que ya tenían y darles ese toque especial del que habla, “el toque del viñedo”. Y es que para Matías es muy importante transmitir la mejor expresión del vino desde el viñedo, desde su origen.

Hoy Matías pasa su tiempo, entre otras cosas, entretenido en un blend de blancos que seguro llega a Lima próximamente, se viene un rosado de Syrah con un pequeño porcentaje de Sangiovese, (que ya se saborea en Argentina), dos variedades muy importantes para la bodega porque siempre han tenido protagonismo en el mercado, anota Matías. Y, una exclusiva… se viene un vino ultra, por arriba del DON. Hasta ahora solo sabemos que es de la finca El Cepillo y es Malbec. No hay mucha información aun, pero sabemos que viene cocinándose algo muy interesante.

“Detrás del MEG hay una búsqueda de la elegancia. La combinación de dos grandes varietales, el Malbec y el Cabernet; en mi opinión, la combinación de ambas es lo que más se acerca a la perfección… El premio al Mejor Blend de Sudamérica ha sido un reconocimiento que nos reafirma en la idea de que vamos por el buen camino, por el camino de expresar el lugar y de la busqueda de vinos frescos, con balance y sobre todo, elegantes por encima de los estructurados, gordos”.

Por Margite Torres P.