Magdalena es una de las caras más jóvenes de la vitivinicultura argentina. Se incorporó al equipo enológico de la bodega Trivento, liderado por Germán Di Césare, en el 2014, y con el paso del tiempo y de varias vendimias, llegó a alcanzar un lugar importante en el team encargado de elaborar las diferentes líneas de alta gama. Nacida y criada en Maipú (Mendoza), dio sus primeros pasos en la vitivinicultura cuando era niña mientras pasaba el verano en la bodega de su tío. Conversamos con ella durante su paso por Lima, además compartimos una cena de lujo, entre otras razones, por el placer de conocerla y de probar parte del portafolio premium que elabora.
Pese a la pasión que tiene por el vino, Magdalena Viani no siempre estuvo decidida a dedicarse a la enología. Aunque de joven ayudó a su tío en su bodega, aún ahora define esos veranos como un “pasatiempo” donde todavía no despertaba su interés por el mundo del vino. No fue hasta su último año de la secundaria cuando, en una visita a una bodega mendocina, Magdalena literalmente abrió los ojos. “Estaba allí y sentí los aromas a vino, a tonel, a madera y dije, ¿qué estoy haciendo?, aquí es donde debo estar, esto es lo que tengo que hacer por el resto de mi vida”. Tras terminar la secundaria estudió enología y fue en sus últimos años cuando empezó a trabajar en Trivento, ahí realizó sus primeras vendimias, tras algún tiempo parte a Italia donde adquiere conocimientos y experiencia, y así empieza a consolidar su estilo. “Tras un tiempo en Italia volví a Trivento y fue como volver a mi casa, es en esta bodega donde he adquirido la mayor parte de mi experiencia y donde me he formado”.
“Uno de los principales pilares de Trivento radica en estudiar mucho lo que tenemos, estudiamos nuestros viñedos, nuestros varietales, y nos enfocamos cada vez más en hacer vinos de calidad y que sean consistentes en el tiempo. Además, hay prácticas que van de la mano con algunas tendencias, evitamos demasiada madera en todas nuestras líneas, no tiene sentido dedicarle tanto esfuerzo a estudiar nuestro potencial, nuestras cepas y nuestro suelo, si al final vamos a tapar todo con madera. Es cuidar y darle importancia a nuestra identidad.”
La línea Golden Reserve es una de las principales en las que trabaja Magdalena, así como las líneas Lejanamente Juntos, Black Series, Eolo y Gaudeo (del latín Gaudere, que significa “goce y disfrute”, y que tendremos el placer de degustar dentro de poco). Magdalena nos cuenta que los vinos de la línea Golden Reserve nacen de una necesidad de rescatar la tradición que tiene Mendoza, de rescatar lo clásico y a la vez darle una mirada renovada. “El Malbec Golden Reserve 2017, por ejemplo, es un vino con un estilo clásico que representa Argentina, de una cosecha excepcional, pero a la vez también el Malbec renovado, con un estilo más fresco, de fruta no sobre madura, con una acidez más marcada que invita a seguir tomándolo”. ¡Es una verdadera joya! Recomienda maridarlo con carnes asadas y grasosas también, que se hayan cocinado a bajas temperaturas y por largo tiempo, además, es ideal para platillos con picante y buena presencia de especias como un arroz con pato, seco de cordero, lomo saltado.
“A mí me gusta elaborar un vino que sea franco consigo mismo, que exprese de dónde viene. Los enólogos no hacemos más que guiar y darle dirección a la uva, teniendo en cuenta el lugar, el vino irá tomando su camino. Cuando en una copa o en una degustación logro descifrar qué región estoy degustando, ahí es cuando siento que he hecho bien mi trabajo.”
Inspirado en los tres vientos
Desde 1996 Bodega Trivento elabora vinos de alta gama inspirado en los tres principales vientos que soplan en Mendoza. De ahí su nombre “trivento” o “tres vientos”. Polar, Zonda y Sudestada. El Polar llega desde el sur. Álgido y seco anuncia el inicio del invierno. El Zonda baja desde los Andes durante todo el año, manifestándose con mayor frecuencia en la primavera. La Sudestada es el viento fresco de verano, a veces asociada a tormentas.
“Hoy es común encontrar mujeres en todo el proceso del vino. Algunas veces me han preguntado si la enología o la degustación van de la mano con la sensibilidad de la mujer y yo siempre he creído que no tiene que ver con eso, sino con puro profesionalismo. Me hace muy feliz que la profesión se esté llenando de mujeres, creo que la diversidad de sexos en un ambiente incita a un intercambio de ideas y pareceres que siempre dará buenos frutos.”
Por David Palti
