Luca Wines es un proyecto de Laura Catena, cuarta generación de propietarios de la reconocida bodega Catena Zapata, que tiene como objetivo potenciar las vides antiguas de Argentina. Laura cuenta que en Catena solo utilizaban uvas de viñedos propios y que al optar por trabajar con vides viejas fue en busca de algunos productores de antiguos viñedos que usaban su uva para hacer vino a granel. Así, en esa búsqueda encontró algunas “joyas”. Los resultados son los sorprendentes vinos de Luca. A propósito de que hoy celebramos el Día internacional del Pinot Noir, compartiremos algunos datos sobre el Luca G-Lot Pinot Noir.

La variedad Pinot Noir crece en todo el mundo, pero está asociada especialmente con la región francesa de Borgoña. Se trata de una uva de ciclo corto y maduración temprana, por lo que disfruta mucho de los climas fríos y da grandes vinos tranquilos y muy elegantes. Es una variedad difícil de cultivar y de vinificar.

“En 1997 sentí el llamado de mi país. Nuestros vinos eran desconocidos en el mundo, aprendí sobre los 500 años de historia del vino argentino y me di cuenta de que en Argentina había de todo por descubrir. Me propuse desafiar y romper reglas para hacer vinos que pudieran brillar. En 1999 salieron al mercado las primeras botellas de Luca Wines. Elegir el nombre fue fácil, era el de mi hijo recién nacido“. Laura Catena

Adriana Gómez, sommelier y Brand Ambassador de Luca Wines, con quien conversamos sobre este hermoso y ambicioso proyecto nos cuenta. “Laura buscó crear una raza de vinos que pudiera estar a la altura de los mejores del mundo. Luca siempre quiere comunicar elegancia, balance entre fruta y madera, y hacer vinos con la visión de demostrar el potencial de Argentina más allá del Malbec con otras variedades como Chardonnay, Pinot Noir y Syrah”.

El Pinot Noir de Luca es de esos vinos que vale la pena probar, tiene una historia interesante que contar y es que es el único vino, cuyas uvas, junto a las del Chardonnay, provienen del viñedo Adrianna, propiedad de Don Nicolás Catena, papá de Laura. “Laura siempre quiso hacer un Pinot Noir que pudiera competir con los mejores del mundo, pero en ese entonces no conseguía esa calidad de los productores que la utilizaban básicamente para elaborar espumantes. Hoy podemos decir que hay una buena calidad de Pinot Noir en la Argentina, tanto en Mendoza como en La Patagonia porque ya se planta en zonas frías”, comenta Adriana.

El Pinot Noir de Luca fue plantado en 1994 y tiene un sello en dorado que dice G-Lot, que hace referencia a Gualtallary, una zona bien fría, en donde se encuentra el viñedo Adrianna, a 1,500 m.s.n.m., de los viñedos más altos al pie de la cadena montañosa en Mendoza. “Desde entonces Don Nicolás le da esas plantas a Laura para hacer el Pinot Noir, así como el Chardonnay. Fueron los primeros Single Vineyard de esa zona. Son vinos que casi no pasan por barrica nueva, utilizamos 80% de barricas de segundo uso y solo un 10% de barricas de primer uso”, agrega la sommelier.

Proximamente, podrás disfrutar de Luca Pinot Noir en vinoteca y licorería El Pozito y en la web de Mistrosanti .

Redacción Sommelier