Comer pasta es siempre recordar, un volver a tus raíces, sobre todo para aquellos que tienen orígenes italianos, es sinónimo de buena mesa y sobremesa, son aromas y sabores que invitan a la mesa en familia, a la comida en casa. La pasta siempre trae momentos que alegran el paladar, el olfato, el estómago y, sobre todo, el corazón. Aunque estamos acostumbrados al spaghetti a la boloñesa o al fetuccini a lo alfredo, lo cierto es que la lista es interminable y siempre exquisita. Por ello, te presentamos una lista de los 10 mejores platos de pasta de Italia, realizada por la prestigiosa revista Condé Nast Traveler a propósito del Día Mundial de la Pasta.
Si hay algo de lo que pueden presumir los italianos es de su gastronomía y su buena cocina. Su pasta fresca es una delicia. Y sus salsas toda una bendición para quienes disfruten mojando pan.
Cada región, provincia y pueblo elabora la pasta a su manera, con ingredientes propios y mucha tradición. Seleccionamos diez de los platos de pasta más deliciosos que deberías probar (al menos) una vez en la vida.
- Fetuccini alla puttanesca (Nápoles)
Si hay un plato de pasta cuyo nombre es fácil de recordar, ése es el de los fetuccini alla puttanesca (o “al estilo de las prostitutas”). Su nombre proviene de las prostitutas de Nápoles, quienes preparaban esta receta entre cliente y cliente para retomar fuerzas. Y lo hacían con lo primero que encontraban en la despensa, que solía ser: ajo, tomate, guindillas secas, aceite de oliva virgen y anchoas en salmuera. También se dice que esta receta se elaborada en los años 50, en restaurantes con casas de citas. De ahí su nombre de ‘mala fama’. Con todo, este plato napolitano es toda una delicia. El sabor a pescado lo invade todo.
2. Trenette al pesto (GÉNOVA)
Viajamos al noroeste de Italia, hasta la región de Liguria para descubrir uno de los platos de pasta más saludables que existen: el Trenette al Pesto. Su intenso color verde desvela una de las salsas más famosas de Italia: el pesto. En esta receta, los trenette, similares a los espaguetis, se preparan con albahaca, ajo y aceite de oliva extra. Es sorprendente cómo unos ingredientes tan simples dan como resultado un plato tan rico. No te extrañes si la receta añade judías y patata cocida en trozos. Según la tradición, de esta manera se da más sabor e integridad al plato. Es posible encontrar esta misma receta elaborada con tallarines o linguine.
3. Pansotti alla Genovese (Liguria)
Los pansotti son un tipo de pasta similar a los raviolis, pero mucho más grandes. Son típicos de la región de Génova y, a diferencia de los raviolis, no van rellenos de carne, sino de verduras. Como curiosidad, su forma nos recuerda a un barrigón. En Génova gustan mucho con salsa de nueces y hierbas silvestres que crecen en la costa de Liguria –como los preboggion-. Para los amantes del queso, en este plato encontrarán el delicioso parmesano o el prescinseua, muy conocido en la región y con una consistencia a medio camino entre el yogur y el requesón.
4. Spaguetti al ragú alla bolognese (Bolonia)
Podríamos decir que los espaguetis a la boloñesa son uno de los platos italianos más internacionalizados y con más variantes que existen. De ahí que sea muy complicado encontrar un lugar donde se reproduzca fielmente la receta tradicional, como la hacen los italianos de Bolonia. Originariamente, este plato se cocinaba sin tomate y la carne se cocía en vino blanco y leche. Los orígenes de esta salsa se pierden en la Antigua Roma y en la Edad Media. En Bolonia, este guiso nació en las mesas señoriales de los nobles. Hoy, la receta considerada oficial es la de Emilia Romagna, presentada en 1982 por una delegación de Bolonia en la Cámara de Comercio. En ella se hace hincapié en utilizar un corte de carne magra llamada cartella de buey o ternera (nunca de cerdo) y en sofreír las verduras con panceta.
5. Vermicelli con le vongole (Nápoles)
Los napolitanos adoran el mar y eso se nota en su gastronomía. Uno de sus platos más tradicionales es el vermicelli con le vongole o espaguetis con almejas, perfecto para acompañar con un buen vino blanco de la región. Se cocina con un sofrito de ajo y aceite de oliva virgen, vino blanco y almejas del Mar Adriático. Se añade una pizca de pimienta o peperoncini (un tipo de chile italiano). Y ahora es cuando viene la pequeña disputa entre los italianos: el tomate. Hay quienes lo añaden y quienes prefieren tomarlo sin él (en este caso el plato se conoce como spaghetti alle vongole in bianco). Dicen que la versión que lleva tomate es mucho más sabrosa. Habrá que probar las dos para comprobarlo.
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Fuente: Condé Nast Traveler