Hay cientos de lugares donde es lindo pasar la Navidad. Nosotros queremos enfocarnos en algo concreto para descubrir cuál es ese detalle especial que hace a una ciudad más simpática que el resto. Nos hemos basado en tres premisas: ferias navideñas, calles iluminadas de románticas luces y cenas suculentas.
Praga
Sin duda se lleva uno de los primeros lugares. Se toman la Navidad muy en serio, y sin importar el frío, desde el 27 de noviembre hasta el 2 de enero todos los años, los praguenses salen a las calles a disfrutar no sólo de la feria en la antigua Plaza Wenceslao, donde venden productos gastronómicos tradicionales como quesos, pan de Navidad, vino caliente, sino también de distintos eventos culturales, exposiciones folclóricas, conciertos al aire libre y obras de teatro callejero. El sonido de los villancicos, el olor a canela y los colores de las luces hacen de este un lugar imperdible para pasar las fiestas. Muchos restaurantes abren sus puertas con cartas especiales que incluyen platos como pato ahumado, la tradicional sopa de pescado checa, sopa de trufas, y postres a base de vino tinto, nueces, canela y pan de jengibre.
Berlín
Del 22 al 31 de diciembre cada año esta ciudad germana llena sus calles con sesenta mercadillos navideños. Todos los barrios tienen uno, siendo el más pintoresco Charlottenburg, especializado en períodos históricos de la ciudad, y el más grande Gendarmenmarkt. Los museos abren hasta tarde para atraer a los ciudadanos que acuden a hacer compras, y todo se llena de artesanías, joyas, muebles históricos, lámparas antiguas y placeres culinarios en 36 carpas en forma de pagodas, una cabaña tirolesa auténtica, una cabaña campesina y una casa de madera rusa. Los mercados navideños están llenos de detalles: banquetes maravillosos y músicos con vestuarios de época. Los conciertos de Bach, Händel, Vivaldi, Corelli y otros están a la orden del día. En la cena lo clásico es el ganso de Navidad, y se prepara con relleno y al horno, tal como el pavo, con una salsa espesa a base de vino, acompañado de remolachas y Glühwein que siempre está presente. Se trata de un vino caliente con canela, clavo, cáscara de naranja y azúcar. Se calienta sin hacer hervir y listo, y para los que quieran algo más fuerte le añaden un shot de su Schnapps favorito.
Viena
Christkindlmarkt es uno de los más antiguos y populares mercados de Viena y de Europa. Del 13 noviembre al 24 diciembre en la Plaza de Ayuntamiento se instalan pequeños puestos de madera. Este mercado tiene una antigüedad de 7 siglos y es uno de los mejor iluminados del mundo, destaca por su pintoresco estilo y por los productos artesanales que ofrecen, como las famosas velas aromáticas. Para combatir el frío ofrecen vino caliente (Glühwein) y ponche (Punsch).
Algunos otros mercados tradicionales recomendables son los mercados de la Plaza de María Teresa, Karlskirche y Freyung. Es típico cenar en una taberna local llamada Heurigen y asistir a uno de los conciertos durante estas épocas para completar la experiencia. La típica cena de Viena es muy similar a la de Praga.
Colonia
La catedral gótica de Colonia como telón de fondo, 160 puestos circundando un gran árbol navideño, miles de productos tradicionales como juguetes de madera y pan de especies. Colonia nos ofrece todos los años desde el 22 de noviembre hasta el 23 de diciembre 4 mercados, siendo el más característico Am Dom, en la plaza de la Catedral de Colonia, el monumento más visitado de toda Alemania. En otro de los mercadillos, el Alter Markt, situado en el corazón del casco antiguo en la plaza del mismo nombre, es posible ver teatro de marionetas y presentaciones musicales. Las clásicas cenas de Colonia comparten sus tradiciones con las de Berlín y con el resto de ciudades principales en Alemania.
En Europa las celebraciones navideñas son intensas, pero no podíamos dejar de mencionar a la Gran Manzana.
Nueva York
Pasar Navidad en Nueva York es una experiencia sin igual. Apenas lo pienso empiezo a cantar en mi mente la canción de Sinatra New York, New York… Recuerdo las escenas de Mi Pobre Angelito cuando estaba perdido, pero feliz. El encanto de Nueva York durante las Fiestas no tiene comparación. Los edificios más iluminados que nunca, la nieve y patinar en hielo en Rockefeller Center mientras ves el clásico encendido del árbol, las vitrinas de 5ta Avenida decoradas para la ocasión, el show de luces en el terminal Grand Central, ver el famoso show de The Rockettes Radio City Christmas Spectacular, y claro, los mercados navideños. Bryant Park Christmas Market, que empezó el 30 de octubre y terminará el 6 de marzo, es un mercado donde puedes comprar decoración navideña, patinar sobre hielo o sentarte a tomar un café. Union Square Christmas Market es un poco más pequeño. Algunas recomendaciones de restaurantes para cenar la noche del 24 o el mismo 25 de diciembre son: Bryant Park Grill, un restaurante clásico ubicado en el mismo parque y Rock Center Cafe en el Rockefeller Center, con una de las mejores vistas de Manhattan. Los platos clásicos son el pavo con relleno y jalea de arándanos, pastel de calabaza, pan de jengibre, pastel de camote acompañado de un ponche de licor y frutas. Y no te olvides de las maravillosas compras que podrás hacer.
Revista Sommelier