Por Vanessa Rolfini @rutasgolosas

Se trata de un secreto a voces, donde los cocteles nacen amparados por la adrenalina propia de lo clandestino que le da un irresistible efecto final. La Sastrería Martínez en realidad es un bar trajeado con estilo, donde cada puntada, zurcido y corte se han hecho a la medida de los amantes de la coctelería, con el encanto de los “speak easy”, es decir, un espacio oculto que solo se comenta en susurros, para beber a nuestros gusto y disfrute, sin poses. ¡Importante! No contarlo en voz alta. 

Inspirados en los años de la prohibición del alcohol en los Estados Unidos, el bartender Diego Macedo y su equipo han logrado un espacio seductor, sobrio y elegante que invita a relajarse y conversar, porque hasta la música está acoplada a la experiencia. La carta rebosa en creaciones propias y bebidas icónicas de la coctelería; ambos, impecablemente ejecutados. 

Diego Macedo

Un primer dato va dirigido a los devotos del Dry Martini: pedirle a Macedo que les prepare el icónico coctel, él entre risas y picardía cuenta que fue de sus mejores aprendizajes en su paso por uno de los templos de la coctelería en España. No en vano “La Sastrería” toma su nombre de uno de los tragos más viejos de la coctelería, predecesor del Dry Martini y cuya versión de la casa es la segunda recomendación de esta nota.

“Me llama el sastre”

Ubicada en un nivel debajo de la avenida La Mar, imposible identificarlo para el ojo de quien va en la vía. La fachada de la Sastrería Martínez no levanta sospechas, parece un lugar que ha estado ahí por años, donde el sastre muy amablemente te atiende, pero al pronunciar disimuladamente el código de acceso, algo se activa. Piden que esperes y hacen una llamada. De pronto te invitan a pasar al probador, donde se abre una puerta forrada en papel tapiz, que da acceso a un mundo clandestino. Un espacio amplio, una barra iluminada y un pequeño escenario con un piano. 

Interior Sastrería Martínez

La carta ofrece dieciocho cocteles de autor, donde cada cliente encontrará su crush. Las recomendaciones. Comienzan con la bebida de la casa que lleva el nombre del sastre, “Mr. Martínez”; un coctel seco que versiona al famoso Martínez servido en una discreta cartera para llevar alcohol en el bolsillo. Entonces, te entregan un libro, “Cita en el Juicio Final” de Petrou Dumitriu, -un famoso novelista-, y una copa. Solo basta husmear las páginas y encontrar que las palabras dieron paso a un delicioso coctel.

Macedo asegura que “la sastrería”, -curiosamente jamás se refiere al lugar como un bar-, cuida el buen producto y que la experiencia sea perfecta, que incluye también disfrutar de la música, conversar distendidamente sobre temas importantes o mundanos y entablar conversaciones con desconocidos en la barra; especialmente, en compañía del coctel “Speak easy” elaborado con Matacuy (destilado de cañazo macerado en hierbas y flores andinas), licor de marrasquino, jugo de kiwi clarificado y tequila reposada, que resulta fresco y estimulante.

Coctel Speakeasy

La primera plana cuenta todo

Cada coctel forma parte del rompecabezas de una historia de la prohibición del consumo del alcohol en Estados Unidos, que convirtió a los bares en territorio de rebeldía y libertad.  Entonces, palabras, lugares y personajes como Chicago, El Comodoro, Enmienda 18 y Nicky Thompson, dan pie a preguntar, a aprender, a disfrutar o son el disparador de una conversación divertida y nutritiva. Las presentaciones cuidadas, divertidas, creativas. Por ejemplo, el Enmienda 18 lo sirven en una botella envuelta en la primera plana del “The American Issue” fechado en junio 1922, con un resumen de fechas importantes y explica de dónde viene el término “speak easy”.

Coctel Enmienda 18

Otro de los atractivos de “La Sastrería” es su colección de 75 etiquetas de whiskey de todo el mundo y que abarcan diversos estilos como por lo que es posible pedir una degustación de tres whiskeys con sus respectivas armonías (frutos secos y deshidratados, chocolates y queso). Basta preguntar discretamente por la experiencia de la semana, entonces Diego Macedo con particular interés se ocupará de hacerte las preguntas pertinentes y se hace cargo del servicio.

No es común que a la carta de piqueos en los bares se le preste tanta atención, en este caso al frente de la cocina está el chef Antonio Arone, con propuesta hecha con el mismo Macedo para que todo armonice.

Una recomendación final, hay que reservar y hacerlo con tiempo, La Sastrería Martínez ha entrado con buen pie en una época donde espacios escondidos se están poniendo de moda en Lima. Lo encuentran en su IG @sastreriamartinezlima.