Hablar de la legendaria bodega Familia Torres es hacer referencia a la historia de cinco generaciones que ha transcurrido entre viñas, vinos y muchos desafíos. Es el legado de una tradición familiar de viticultores que nace, en 1870, frente a la estación de ferrocarriles de Vilafranca del Penedès, en España, de la mano de los hermanos Jaime y Miguel Torres. Esta vez, en exclusiva, les traemos una entrevista a Miguel A. Torres, empresario de referencia mundial en el ámbito de la vitivinicultura, cuarta generación a cargo de la reconocida bodega. Apasionado defensor del planeta y un gran estudioso del cambio climático. Hoy por hoy, son sus hijos quienes gestionan la empresa familiar, y él se responsabiliza del área de medio ambiente.

Por: Margite Torres P.

¿Qué consejos rescataría de su padre como hombre de negocios y enamorado del vino?

Mi padre siempre me decía que es muy importante estar cerca de los clientes y de los consumidores. Me decía que, si quería tener éxito, necesitaba un billete de avión, hablar idiomas y siempre llevar vino conmigo para probarlo con los clientes. Todavía tenemos el viejo Renault de mi padre en nuestra Fundación, con que el viajó por todo Europa y donde siempre llevaba botellas de vino en el maletero.

La bodega ha sido considerada la marca de vinos más admirada de Europa por varios años, según la encuesta hecha por la revista británica Drinks International, ¿qué opina le merece?

Creo que nuestro ADN es quizás un poco especial. Para empezar, tenemos un equipo formidable que cree en nuestros valores y siente la empresa como suya. Tenemos un serio compromiso por el medio ambiente. Antes decíamos: ´Cuanto más cuidamos la tierra, mejor vino conseguimos´, y hoy decimos: ´Más allá de la sostenibilidad´, porque tenemos que acelerar nuestros esfuerzos aún más. Valoramos muchísimo el comercio justo, –mi hijo Miguel consiguió que Miguel Torres Chile fuera la primera bodega en obtener el certificado Fair for Life (una certificación social y de comercio justo) en el país–.

Los que vivimos de la tierra percibimos más una serie de graves consecuencias por el cambio climático, como las heladas de primavera que ahora son más graves y frecuentes, el granizo (sobre todo en los viñedos de zonas altas) y los golpes de calor y mucho más. Somos muchas las empresas que hemos realizado esfuerzos para mitigar los efectos del cambio climático. En nuestro caso, por ejemplo, hemos podido reducir un 30% las emisiones de GEI (huella de carbono) en el período 2008-2019 y queremos llegar al -55% en 2030 y convertirnos en una bodega de cero emisiones antes del 2050. Ojalá que ahora haya llegado el mensaje que tenemos una crisis climática y no un cambio climático.

Quizás es por este compromiso con el medio ambiente es por lo que la gente nos admire y porque muchas veces no necesariamente seguimos el camino convencional para hacer nuestros vinos, pero a pesar de ello, hemos logrado lo que buscábamos. Para nosotros Torres es más que una marca, es nuestro apellido. Es un sueño que empezó hace 151 años y que se ha ido transmitiendo de generación en generación.

Lo importante es hacer vinos excepcionales. Y uno de los valores más importantes es nuestra convicción en la autenticidad y la singularidad de un lugar, de un viñedo. Cuando degustamos un vino, queremos que el consumidor tenga la sensación de que lo lleva a ese lugar de donde proviene. Por eso, el trabajo más importante que tenemos como familia y como equipo es preservar estos lugares especiales. Para eso se necesita una bodega familiar y de gestión familiar que nos permita pensar y actuar más a largo plazo, porque los grandes vinos necesitan tiempo y un conocimiento profundo de los viñedos y suelos; no hay atajos.

Recientemente han cumplido 150 años. ¿Qué valor tiene ese legado para usted?

Tiene muchísimo valor porque ha sido un largo viaje del que las generaciones actuales y todo el equipo nos sentimos profundamente orgullosos y agradecidos. Como he mencionado antes, uno de los valores más importantes es nuestra creencia en la autenticidad y que lo más importante de un vino está dentro de la botella. Por lo tanto, nos esforzamos por ofrecer una calidad superior en cada cosecha.