La pizza y el vino son como ese matrimonio que a primera vista parece no tener nada en común, pero una vez que los conoces no imaginas al uno sin el otro. Este contraste, igual al de una pareja dispareja, nos llevó a buscar más a fondo, a explorar los maridajes más exitosos entre la pizza y el vino. El veredicto: estos dos definitivamente nacieron para estar juntos. Por eso, -y porque hoy en muchas partes del mundo se celebra el Día mundial de la pizza- compartimos contigo una guía práctica de cinco sabores de pizzas y los estilos de vinos que mejor se adaptan.

Sabor: Mozzarella – Estilo de vinos: Bonarda o Malbec clásico y ligero

Se trata de un sabor clásico y fundamental que funcionará perfectamente con vinos que tengan buena fluidez, taninos ligeros y cuerpo medio. Los Malbec de cuerpo medio y los Bonarda pueden ser dos grandes aliados, dado que nunca taparán el sabor de la pizza, pero tampoco perderán mucho terreno en boca.

Sabor: Napolitana o tomate con albahaca – Estilo de vinos: Sauvignon Blanc o rosados frescos

El toque de acidez que tiene el tomate suele plantear un pequeño desafío para los tintos. Si a eso se le agrega un touch de ajo, entonces las cosas se ponen más complicados. Sucede que los componentes del ajo generan que se marquen mucho más los taninos, comprometiendo el buen disfrute de cualquier tinto. Por eso, los vinos blancos filosos y ligeros o rosados algo secos y frescos, pueden ser una opción.

Sabor: Fugazzeta – Estilo de vinos: blancos aromáticos y de buena acidez

La Fugazzeta es una pizza de base sencilla con cebolla y un poco de parmesano, pero sin mozzarella. La cebolla, especialmente cuando está poco cocida, se convierte en un ingrediente que, de la mano de sus aromas sulfurosos, ponen en problemas a muchos vinos tintos. Si optas por rehogar un poco la cebolla antes de agregarla a la preparación, sumado al aporte graso del queso, entonces los vinos blancos y estridentes tienen el carácter suficiente como para hacerle frente.

Sabor: Vegetariana: pimientos, aceitunas, cebolla blanca, champiñones – Estilo de vinos: Sauvignon Blanc fresco o rosado seco

Cuando se trata de una vegetariana con bastantes condimentos, no se van a equivocar al elegir como acompañante un Sauvignon Blanc fresco con muchas notas de acidez para cuidar que la variedad de verduras no pierda su sabor entre copa y copa. Un vino rosado seco también funcionaría bien con todos los componentes de sabor de la competencia.

Sabor: Jamón y pimientos – Estilo de vinos: Cabernet Sauvignon o Cabernet Franc

Esta pizza suele caracterizarse por su sabor intenso. Esto exige tintos con un poco más de presencia, sin ser necesarios ejemplares demasiado concentrados. Los Cabernet Sauvignon o los Cabernet Franc, con sus aromas especiados y que en general tiran hacia el lado “pimentoso”, se adaptarán muy bien a estos ingredientes.

Sabor: Cuatro quesos – Estilo de vinos: tintos con larga crianza en madera

Una de las características de esta pizza es su intensidad y contenido de grasa, motivo por el cual requieren un vino con tiempo considerable por barrica y buen contenido tánico para contrastar la grasa. Los ingredientes grasos, la intensidad que suelen presentar algunos de los quesos elegidos (como el provolone o el queso azul) hacen necesario contar con vinos más consistentes, con algo más de carácter.

Bonus:

Pizza Hawaina: Jamón, piña y queso

Un Riesling ligeramente dulce puede acompañar la pizza hawaiana. La acidez de este vino actúa como un limpiador de paladar y la dulzura elevará su experiencia con la piña y el jamón, llevándolos a un nuevo nivel. Si no pueden encontrar un Riesling, elijan un rojo más afrutado o dulce como un Zinfandel.

Redacción Sommelier