Ya sabemos que lo mejor que puede hacerse con una botella una vez abierta es bebérsela. Pero, como esto no siempre es posible, sobre todo en estos tiempos como estos que empezamos las celebraciones con amigos o familiares por Navidad. Aquí van unas 7 recomendaciones básicas para tratar de mantener el vino en su máxima expresión durante el mayor tiempo posible.
El vino es popularmente conocido por su capacidad para mejorar con el paso del tiempo y su capacidad de guarda durante largos periodos, pero esto ocurre sólo mientras la botella está cerrada. Tan pronto como se abre una botella de vino, comenzará a deteriorarse por la exposición al oxígeno.
Pequeñas cantidades de oxígeno son realmente buenas para el vino, ya sea tinto o blanco. Un poco de oxígeno puede ayudar a desarrollar el sabor, ampliar los aromas y reducir la amargura o acidez.
La oxidación o exposición al oxígeno del aire pueden transformar un vino abierto en imbebible, convirtiéndolo, literalmente, en vinagre. La duración del vino en un estado aceptable una vez abierta la botella varía según el tipo de vino.
Los vinos más jóvenes pueden durar más que los vinos más viejos. Los vinos con mucha estructura durarán más que los vinos más ligeros.
Los vinos blancos apropiadamente tapados con su propio corcho, o un tapón especial, y refrigerados duran más que los vinos tintos.
Acá les dejamos los consejos:
- Refrigerado
Si sabe de antemano que le va a sobrar vino, no lo mantenga abierto en la mesa. Sirva el vino que necesite en un decantador, tape el restante y refrigérelo. Retire el vino de su refrigerador aproximadamente dos a tres horas antes de que planee beberla (esto permite que el vino vuelva lentamente a la temperatura ambiente). Refrigerar el vino puede hacer que éste pierda cualidades, pero perderá muchas más si está abierto a temperatura ambiente. También puede guardar el vino abierto en una zona fresca y seca de la casa. En cualquier caso, la temperatura ambiente no debe ser superior a 22ºC.
- Bien cerrado
Tape siempre la botella abierta de vino mediante su propio corcho. Si el corcho está dañado, utilice un tapón especial para vino, asegúrese de que queda bien cerrado y no entra aire. Los tapones de vino están disponibles a precios muy asequibles en muchas tiendas de vino y tiendas especializadas.
- Protegido de la luz
Mantenga la botella de vino alejada de la luz (especialmente la luz del sol). Incluso la exposición breve a la luz puede afectar negativamente al sabor del vino.
- Siempre en vertical
Una botella abierta y convenientemente tapada, no debe ser guardada en posición horizontal, esto aumenta la superficie de contacto del aire con el vino. Deje siempre la botella en posición vertical y muévala lo menos posible, a fin de minimizar el contacto del aire con el vino.
- Cambio de botella
Otra alternativa a la hora de guardar el vino de una botella abierta es utilizar una botella más pequeña. Utilice un embudo para verter el vino restante de la botella original a una botella de tamaño menor, procurando que ésta quede completamente llena de vino. Tape la botella pequeña de tal modo que apenas quede un dedo de aire entre el vino y el tapón. Guarde esta nueva botella de acuerdo con los criterios de los puntos anteriores.
- Bomba de vacío
Compre herramientas especializadas en extracción de aire, como una bomba de vacío o un inyector de gas inerte, para ayudar a almacenar el vino sobrante. Estas herramientas están disponibles en Internet y en tiendas especializadas de vino. Estas herramientas eliminan el aire del interior de la botella y pueden alargar varios días la vida del vino.
- Consuma el vino
No espere que un vino abierto vaya a durar semanas o meses. Los sistemas antes vistos pueden reducir la pérdida de calidad, pero cualquier botella de vino abierta siempre debe ser bebida lo antes posible ya que pocos días después de su apertura se estropeará. Consuma el vino dentro de tres a cinco días a partir del día en que abrió la botella. Después de cinco días, el vino generalmente estará estropeado.
Redacción Sommelier