Por Guillermo Mendiburu
Entrevistamos a Carolina Bilbao, directora regional para Chile y Latam de la bodega Clos Apalta, en su paso por Lima. Bodega cuyo objetivo es tan simple como ambicioso: crear vinos de categoría mundial utilizando la experiencia francesa y los magníficos territorios de Chile, y que en el 2008 obtuvo 100 pts. Wine Spectator, marcando un hito en la viticultura chilena.
En primer lugar, le consultamos a Carolina por qué Chile y el valle de Apalta, en Colchagua, específicamente, para este proyecto que tiene sus orígenes en Francia con la familia Bournet-Lapostolle, dedicada a la producción de vinos y licores de alta calidad y cuna del famoso licor francés Grand Marnier.
Carolina comenta que Alexandra Marnier – Lapostolle, bisnieta del creador del Grand Manier, y su esposo Cyril de Bournet llegaron a Chile en los 90s, “no se conocía tanto lo que es el sur de Santiago, todo giraba en torno a Maipo. Cyril y Alexandra que son los padres de Charles de Bournet, el actual CEO, conocían la región de Bordeaux en Francia como la palma de su mano y estaban buscando algo similar pero fuera de ella. Para llegar a este lugar tan al sur de Santiago, utilizaron una amplísima red de contactos y en un principio no se pensó en hacer una compra sino una empresa conjunta con una familia local. Cuando Alexandra llega a la zona por primera vez, le impresiona ver un Cabernet Sauvignon plantado en 1907 con pie franco, un poco más allá, un Carmenere de 1910, también con pie franco, con eso dijo: ´Es aquí´. Vio el potencial, el clima, vio la forma que tienen las montañas como la de una herradura que protege las vides, que le daba horas de sombra extra cuando el sol es muy fuerte en el verano”. Así fue como Alexandra logró hacer de Clos Apalta un vino icónico dando forma al viñedo del mismo nombre, metro a metro.
“El viaje de ellos a Chile está lleno de simbolismo, de cómo la naturaleza les dio el paso a lo que ellos querían hacer y desarrollar. Es como si el lugar hubiese sabido que ellos lo iban a proteger: Alexandra vio un nido, símbolo de buena suerte, y allí se construyó la bodega, excavada en la montaña con esa misma forma”, agrega Carolina.
Vino Clos Apalta – “verdadera expresión de su origen”
Hoy la bodega está a cargo de Charles de Bournet Marnier Lapostolle, séptima generación de la dinastía Bournet Lapostolle; aporta nuevas ideas y un nuevo dinamismo al viñedo. Le acompaña Jacques Begarie, director técnico, y el célebre consultor Michel Rolland. El actual CEO de la bodega comenta que Clos Apalta es un vino que representa la “verdadera expresión de su origen”, que habla de su historia y de su terruño.
Carolina habla del carácter de los vinos de Clos Apalta y cuenta que Alexandra y Cyril buscaban “hacer el mejor vino posible en todos los sentidos, algo muy bien planificado”. Y agrega, “la familia no hace nada al azar. Los vinos tienen un estilo muy respetuoso por la naturaleza. Son de alma francesa que quieren explotar el terroir chileno. Nuestro mote es chileno en esencia, pero francés de nacimiento”.
En la línea de perfección con la que se trabaja en Clos Apalta es que su vino ícono Clos Apalta -un blend de Carmenere, Cabernet Sauvignon, Merlot y Petit Verdot-, obtiene en el 2008, 100 puntos por la revista Wine Spectator, la más importante de EE. UU. y con gran influencia internacional, con su añada 2005. “La familia estaba tan resuelta en hacer un vino de gran calidad que este resultado era cuestión de tiempo. Este vino viene de un viñedo como el de Apalta, orgánico, biodinámico, que se camina mucho y se trabaja centímetro a centímetro, donde se ve la evolución paso a paso. Siempre es un orgullo recibir un premio y lo recibimos con humildad. Es a la vez es darle a Chile una alegría y decirle al mundo que no solo somos vinos varietales sino también tenemos este potencial de calidad, de guarda y podemos mirar cara a cara a Italia, España, Francia, o a regiones como Napa. Hemos sido la punta de lanza para demostrar que una región chiquitita y perdida tiene esa gran capacidad”, afirma Carolina.
