Father & son, la cata guiada por Aurelio Montes Sr. y Aurelio Montes Jr., llegó al Perú para degustar vinos de sus bodegas Montes (Chile) y Kaiken (Argentina) en una experiencia entretenida y sensorial. Padre e hijo no solo compartieron anécdotas singulares alrededor de sus vinos, sino detalles como el cuidado y el corazón que ponen en cada proyecto bajo su dirección.
Perú es el segundo país de Sudamérica en acoger a Father & son. Padre e hijo se encuentran entusiasmados con esta nueva experiencia en Lima que les permite contar su historia familiar y su pasión por los vinos. Horas antes del evento, conversamos con Aurelio Montes Sr. y Aurelio Montes Jr. sobre cómo nació la idea de esta cata, el trabajo en familia y los desafíos que encontraron al otro lado de la Cordillera de los Andes.
Entre las razones por las que nace Father & son están la importancia de la tradición familiar y el toque humano que estas dos generaciones transmiten con su trabajo. Tal vez, el hecho de que haya un padre e hijo enólogos en una empresa familiar propia y latinoamericana es lo que hace de este evento aún más interesante, novedoso y distinto. “A las personas les queda mucho más el toque humano que el toque técnico en una degustación, por eso decidimos unir las anécdotas y experiencias de cada uno como padre e hijo, para irlas ligándolas a los vinos. Esto porque hay muchas que han dado el origen a un vino como Montes Alpha o el M.”. Cuenta Aurelio Montes Sr.
Las responsabilidades de ambos, Aurelio Montes Sr. y Aurelio Montes Jr., en Montes y Kaiken están definidas de manera particular, porque aunque sus puestos indiquen que uno es presidente de directorio (o “guardián del espíritu” como indica la tarjeta de Aurelio Montes Sr.) y el otro director técnico, ellos nunca han dejado de trabajar de la mano para tomar conjuntamente las decisiones de la empresa, logrando así una muy buena sinergia. De hecho, Aurelio Montes Jr. describe esta forma de trabajo como “muy especial y complicada a veces”, pero está convencido de que si uno piensa en el largo plazo, ésta es la manera correcta de trabajar en equipo.
Sin embargo, aunque la generosidad con la que esta dupla ha sabido llevar sus diferencias haya resultado positiva, nunca falta ese toque de seguridad en sí mismos donde a pesar de no llegar a un consenso a priori, pueden originar grandes sorpresas (o grandes vinos) a posteriori. Tal es el caso del Cabernet Franc creado por Aurelio Montes Jr. donde, contrario a la indicación de su padre, decidió producir a escondidas este varietal en el que él tanto apostaba y que finalmente obtuvo la total aprobación de su padre cuando éste lo probó ya terminado. Aurelio Montes Jr. tiene claro que entre él y su padre “la diferencia es que cada uno va en veredas distintas, pero vamos por el mismo camino”.
Y es que esa seguridad por lograr aquello en lo que creen, contra viento y marea, no es solo del menor de esta dupla, Aurelio Montes Sr. hizo lo suyo al renunciar a su trabajo en 1988 y fundar su propia bodega. Y lo hizo una vez más, cuando decidió que debían cruzar fronteras y probar nuevas oportunidades en Argentina sin importar que tal vez no fueran bien recibidos. Sin importarle los embates, funda viña Kaiken en el 2002 y encuentra en Mendoza a una comunidad cálida y abierta a intercambiar conocimientos del mundo vitivinícola.
Finalmente, luego de casi 10 años de fundada viña Kaiken, es Aurelio Montes Jr. quien se encarga de repotenciar el proyecto y establecer in situ un pilar que está directamente relacionado con ese toque humano que mencionaba su padre al describir Father & son. Cuando le preguntamos cuál fue el pilar que quiso dejar establecido en Kaiken durante sus 5 años viviendo en Mendoza, Aurelio Montes Jr. respondió tajantemente: el corazón.
Curiosidades de Father & son:
El evento ha sido muy bien acogido en más de 10 países de Asia, Europa, Norteamérica y Sudamérica. Sin embargo, aún no ha sido realizado en el lugar de origen de Montes: Chile.
Las duplas (maridajes):
Aurelio Montes Sr. recomienda un Cabernet Sauvignon para acompañar un asado de tira u otras carnes o un Shiraz para un seco de cordero. Mientras que Aurelio Montes Jr. prefiere los pescados y mariscos, por lo que sugiere un Torrontés para platos fusión peruano-nikkei o un Chardonnay con cualquier plato con pescados y mariscos.
Por Fiorella Garavito
