BEBIDAS

Ron Barceló Imperial, sinónimo de respeto al paso del tiempo

Published

7 agosto, 2024

Barceló Imperial

El ron Barceló tuvo su origen en 1929, cuando Julián Barceló llegó a República Dominicana con el propósito de embarcarse en la aventura de la elaboración del mejor ron, fue justo un año después, en 1930, cuando fundó Barceló & Co. En ese momento el joven español tenía solo 26 años, pero muchos sueños, y en poco tiempo inició la producción y comercialización de sus primeros rones en todo el país.

Ron Barceló es el único ron dominicano elaborado 100% del jugo de la caña de azúcar, proveniente de sus cañaverales en República Dominicana. En 2016 Barceló se convierte en el primer ron del mundo certificado como Carbono Neutral. Se convierte en el primer destilado y ron del mundo en formar parte de la iniciativa Cambio Climático de la ONU, Climate Neutral Now.

Ron Barceló se convierte en el ron oscuro más exportado según el IWSR (International Wine and Spirits Research). Una hazaña lograda también en 2019. También se consolida la presencia de la marca en más de 80 países en el mundo.

Se rigen por la norma de RON DOMINICANO, que garantiza el cumplimiento de la denominación de origen del ron, siendo el primer producto de una marca colectiva en la República Dominicana. Para cumplimiento de dicha norma, los productores de ron deben cosechar la caña de azúcar, fermentar, destilar y envejecer el alcohol en barricas de roble por un mínimo de un año en territorio de República Dominicana.

Ron Imperial, envejecido con los rones más preciados

Elaborado a partir del néctar de la más fina selección de caña de azúcar dominicana, Barceló Imperial es el resultado del añejamiento de las reservas de los más preciados rones. Envejecido de forma natural por hasta una década bajo las mejores condiciones climáticas, Barceló Imperial es la exquisita armonía para los sentidos entre color, aroma y sabor.

Notas de cata

Intenso color ámbar cobrizo.

Brillante color ámbar cobrizo. Aromas de crema de mantequilla, cerezas secas, vainilla intensa, mermelada de piña y nueces caramelizadas seguidas de una suave entrada a un seco, pero afrutado. Mediano y exuberante cuerpo con gran profundidad y equilibrio. Finaliza con un sabor a helado de pastel de zanahoria, nuez de cola, moca y un robusto sabor tostado que poco a poco se desvanece.

Ideal para disfrutar solo, sobre hielo y coctelería clásica.

Cocteles