Magdalena Viani es una de las caras más jóvenes de la vitivinicultura argentina. Se incorporó al equipo enológico de la bodega Trivento, liderado por el chief winemaker Germán Di Césare, en el 2014, y con el paso del tiempo y de varias vendimias, llegó a alcanzar un lugar importante en el “team” encargado de elaborar las diferentes líneas de alta gama. Conversamos con ella durante su visita por Lima y nos contó sobre Trivento Golden Reserve Malbec, vino tope de gama de la bodega, del cual ella está a cargo.
Magdalena resalta la importancia de Luján de Cuyo para Trivento y para todas las bodegas mendocinas. Es la región con más viñedos viejos, de más de 80 años, que representan un legado vitivinícola importante. “Luján es parte de nuestra identidad, ahí no solo se plantaron los primeros viñedos, sino que su cercanía al río Mendoza y a la Cordillera, la hacen una zona muy especial. Es vital por la historia que tiene, las viñas antiguas tienen un material genético muy valioso y dos de nuestros vinos más importantes, Golden Reserve y Eolo, vienen de ahí”.
El primer vino de alta gama que presenta al mercado Trivento fue el Golden Reserve Malbec. “Se elige Malbec como variedad y como origen a Luján de Cuyo, para comenzar este proyecto. Es un emblema de la bodega, cuenta lo que pasa y lo que pasó desde que se plantaron los primeros viñedos de la zona. Es un fiel representante del terroir de Luján. Se elabora con uvas de diferentes regiones de Luján de Cuyo como son Vistalba, Las Compuertas, Agrelo y Pedriel. Cada una aporta un perfil de Malbec distinto, la idea es que, al armar la mezcla final, cada año se elija la mejor muestra que represente al origen”, resalta Magdalena.
Como dato importante. Trivento Golden Reserve Malbec 2020 fue consagrado como “El Mejor Vino Argentino” en la 39° edición del prestigioso concurso International Wine Challenge.
Otro de los vinos top de Trivento, es Eolo. Proviene de Vistalba, a 983 metros de altitud. En 1912 fueron plantadas 20 hectáreas, de las cuales solo 4 fueron elegidas para elaborar este vino. Se extienden sobre un terreno elevado al lado del río Mendoza, de donde deriva un terruño particular. “Nuestro trabajo como enólogos es conocer más estos viñedos viejos, ayudarlos para que sigan produciendo, siempre respetando su identidad”, agrega Magdalena.
“El Eolo resalta por el trabajo que hacemos desde el viñedo, como la distinción de parcelas por tipo de suelo, y una vinificación en crianza en roble poco invasiva, donde la madera hace su aporte para un vino de complejidad, pero no está por encima del perfil. Todo eso suma para crear un vino con identidad. Es en 100% Malbec. Hemos descubierto, por un estudio de suelos, que, en esas 4 hectáreas, hay 4 tipos de suelos diferentes. Lo que hace al vino más especial”, resalta la enóloga. “Es un vino que genera sorpresa, cada vez que lo decantas, muestra algo distinto”.
White Malbec: vino disruptivo con impacto social
Un vino blanco elaborado de uvas tintas. El 50% de la uva Malbec proviene de sus viñedos en Valle de Uco, lo que le otorgan un carácter fresco y mineral. El otro 50% viene de Agrelo, en Luján de Cuyo.
Es el proyecto más reciente de Trivento, que nace de una jornada de acción social. “Fue muy desafiante llegar a este tipo vino, porque hablamos de un White Malbec, sin embargo, es más blanco que un vino blanco, es cristalino”, comenta Magdalena. “Trivento fue la primera bodega en crear este segmento de White Malbec, porque si bien existían algunos proyectos, se nombraban como blanc de noirs o blancos de Malbec, pero fuimos los primeros en crearlo en volumen por la aceptación que tuvo”, añade.
Es como probar un Malbec, pero blanco. ¡Muy disruptivo! “Con lo que me quedo de este vino, es que en nariz parece mucho un vino blanco, tiene aromas a pera, manzana verde, pero en boca está el ADN del Malbec”. Su lado b es que, por cada caja vendida, se entrega becas gratuitas mediante el Fondo de Becas (FonBec) a estudiantes con alto rendimiento y escasos recursos.