Considerado por muchos como el Rey de los Tintos, el Cabernet Sauvignon es una cepa de origen francés y una de las más populares y cultivadas en el planeta. Tiene un día en el que el mundo la celebra, aunque muchos no se ponen de acuerdo sobre la fecha, merece ser agasajada. ¿Por qué? Bueno, por su historia y prestigio, es una de las más disfrutadas en el mundo, y siempre está presente en las cavas de aquellos consumidores exigentes.
El Cabernet Sauvignon nace en el siglo XVIII como una solución para los viticultores bordeleses que necesitaban una uva que les asegure buen rendimiento, madurez y calidad todos los años. Desde entonces, los resultados del Cabernet Sauvignon en Burdeos fueron inmejorables y por esto mismo se convirtió en la cepa clave de los grandes vinos de Médoc, entre los que podemos encontrar a los famosos Grand Cru Classé.
Los racimos del Cabernet Sauvignon son pequeños, al igual que sus granos, tiene la piel gruesa con intenso color negro y rica en taninos. Es muy jugosa. Sus vinos se caracterizan por el aroma a frutos rojos y pimiento, esto siempre varía según las zonas o sistemas de cultivo que sean utilizados. Da origen a vinos con mucho cuerpo y muy frutados, intensos, tánicos y muy adecuados para la guarda. Tienen intenso aroma, sabor y complejidad.
Una de las características principales de está uva es qué se adapta muy bien a los climas. Es por eso por lo que se ha expandido por diferentes partes de Europa, como también en los países considerados del Nuevo Mundo: Estados Unidos, Chile, Nueva Zelanda y Australia, y hoy por hoy Argentina.
En el Nuevo Mundo, con Estados Unidos a la cabeza, apostó por el Cabernet Sauvignon y fue el gran desarrollo de los “Cabs” del Valle de Napa en California. Esto inspiró a otros, como a los australianos de Barossa Valley y Coonawarra, y a los chilenos de Alto Maipo, por nombrar a otros países que se sumaron al auge del Cabernet Sauvignon, y lograron destacarse en el mundo.
Se dice que la palabra “Sauvignon” podría provenir de la palabra francesa sauvage, lo que al español se traduce como “salvaje”. Esa curiosidad hace pensar que se trataba de una uva tan noble que crecía salvaje y libre en Francia.
Les recomendamos dos de nuestros Cabernet Sauvignon preferidos:
1. Marqués De Casa Concha Cabernet Sauvignon 2019
Marqués de Casa Concha, una de las marcas más antiguas y consolidadas de la bodega chilena Concha y Toro, hace poco estrenó nueva imagen. Se la ha refrescado con un toque más premium y se ha resaltado el origen. “Si nosotros miramos a Chile como grandes productores de Cabernet Sauvignon, miramos el Valle del Maipo y específicamente la Denominación de Origen Puente Alto, la más reconocida a nivel internacional de Chile; es un lugar muy pequeño que ha dado tres de los cinco vinos que han logrado 100 puntos por la crítica especializada, también está viñedo Pirque”, comentó Rodrigo Alonso, wine specialist de Concha y Toro, en una reciente entrevista que le realizamos.
Marqués De Casa Concha Cabernet Sauvignon es un vino rojo oscuro y profundo. Con notas de cereza, cassis, cedro, arándanos y asfalto negro. Paladar suave, casi aterciopelado que enmascara los taninos firmes que presenta. Muy buena estructura y con un largo final. Entre sus puntuaciones podemos recalcar que todas calificaciones son las de 90 puntos, en los cuales sobresalen 94 puntos por la Guía Descorchados en una cosecha del 2019. Se recomienda maridar con carnes rojas en general a la parrilla, asadas o guisadas. Va bien con la mayoría de los quesos.
2. Salentein Primus Cabernet Sauvignon
Por otro lado, Primus, es el vino ícono de Bodegas Salentein en Valle de Uco, Mendoza, elaborado con las uvas de viñedos que expresan la mejor adaptación al terruño y que provienen de parcelas seleccionadas de sus fincas de diversas alturas. Es una edición limitada que se elabora solo en cosechas donde se obtienen vinos de calidad excepcionalmente superior.
Salentein Primus Cabernet Sauvignon es de color rojo rubí intenso con reflejos azules. Complejo y delicado en nariz, con aromas que recuerdan a cassis, combinados con regaliz y notas de pimienta negra. En boca es intenso, se perciben las notas a frutos negros y pimiento. De buen cuerpo y estructura, presencia de taninos firmes, pero agradables al mismo tiempo. Muy buena acidez natural, final largo y persistente.
Recuerda que puedes encontrar estos dos ejemplares en licorería El Pozito (www.elpozito.com.pe)
Redacción Sommelier