Dulces o secos. Con o sin burbujas. Con pescados, arroces, carnes. En una palabra: versátiles. Ideales como un buen aperitivo o maridar un plato de fondo. Y es que el vino rosado viene ganando más seguidores no solo por los motivos mencionados, sino también porque una botella puede ser descorchada como un preámbulo a una celebración, para acompañar una comida o simplemente para brindar. Siempre son una buena opción, pues se acomodan a la situación. Hoy que, en algunas partes del mundo, se celebra su día, te traemos esta nota para que conozcas en 7 pasos al famoso vino rosé.
1. ¿Cómo se elabora un vino rosado?
Para obtener un vino rosado estos deben pasar por dos procesos. El primero: el prensado. Las uvas tintas se aplastan suavemente en la fase de inicio para otorgar un poco de color al mosto. Luego, se separan del mismo, con lo que se procede a vinificarlo sin las pieles tan solo con ese ligero rubor. El segundo: el sangrado. Esta técnica consiste en macerar el mosto con las pieles de la uva. De esta forma, por el contacto con las pieles, el vino va adquiriendo color y aromas. Al final del proceso se “desangra” el mosto colorado, dejándole correr abriendo la parte baja de los depósitos.
2. Bebidos a nivel mundial
Francia, Estados Unidos e Inglaterra, en ese orden, encabezan la tendencia en consumo, pero son los grandes centros cosmopolitas de Nueva York, Miami, Londres y San Francisco. Regiones tradicionalmente ligadas a la producción de vino rosé, como la afrancesada Provence, están viendo crecer desde abajo sus ventas, alcanzando cifras de crecimiento de entre el 50% y el 70% anual.
3. Versatilidad
Hay que destacar su acidez, pero los niveles de alcohol suelen ser un tanto mayores y la uva roja le da un espaldarazo importante a la estructura de boca. Eso los transforma en ideales para una gama amplia de sabores, que los vuelve muy versátiles. Tienen de los dos: la profundidad de color y aromas del vino tinto y el frescor de un vino blanco. Ello los hace compañeros ideales en días de primavera y verano, así como complementos perfectos de platillos picantes, pescados, arroces. Desde una paella hasta un tiradito, cebiche y, por qué no, un pollo a la brasa.
Si hablamos del rosado en el Champagne, va desde el pato, ostras, aves, pastas y tomate, hasta el cerdo agridulce, por qué no. La realidad es que la textura que regalan las burbujas en el paladar eleva su complejidad, planteando un desafío en el que los rosados siempre superan expectativas.
4. Espumosos rosados
Si hubo una tendencia que se consolidó en el último tiempo, ésa fue la del resurgimiento de los rosados espumosos, y también de los provenientes de rincones de Francia como Tavel, Bandol y Provence.
Y nada de vinos femeninos: los estudios muestran que 5 de cada 10 botellas de rosado son compradas por hombres.
5. Temperatura adecuada
Se los toma dulces y no tanto, pero siempre fríos hasta casi escarchar. Entre los 6 u 8 grados. Aunque en algunos vinos rosados con lías podemos llegar hasta los 10 o 12 grados. Ocurre lo mismo que en los vinos blancos, mientras más complejos y aromáticos sean, tendremos que beberlos más cálidos para poder apreciar todos sus aromas.
6. Un buen comienzo
Los vinos rosados están en la línea intermedia entre un vino blanco y uno tinto. Si eres de las personas que recién está descubriendo este maravilloso mundo del vino y tu paladar no está muy familiarizado con la intensidad y cuerpo de un vino tinto, el rosado es una buena opción para moldear el paladar, pues nos iremos acostumbrando a la sequedad que los taninos producen en la lengua y encías al beber cada sorbo.
7. Regiones famosas por su vino rosado
Provenza, Francia: en esta región sureste del país francés, los vinos rosados representan más de la mitad del total de producción de vinos. Las cepas más utilizadas son la Garnacha, Cinsault y Mourvedre.
Navarra, España: esta zona del norte de España es reconocida mundialmente por sus vinos rosados. Hoy, ha ampliado sus estilos, pero ha sabido mantener la calidad de sus botellas gracias a la Garnacha, cepa principal para su preparación.
California, Estados Unidos: la uva White Zinfandel es la estrella de los rosados en esta parte del mundo. Etiquetas simples, azúcar residual y con el color de la piel de cebolla, los productores de este tipo de vino nos invitan a descorchar una botella. La cepa principal de elaboración es la White Zinfandel.
Fuentes: Notas de cata, Mariano Braga