Un enólogo se mide más por la cantidad de cosechas que por los años de experiencia.
Perseguir un sueño es difícil, uno sale de su zona de confort y muchas veces implica grandes sacrificios. Fernando Ravera tenía 24 años, llevaba más de tres años en la universidad de Buenos Aires estudiando Ingeniería Química, cuando decidió darle un giro radical a su vida. Se mudó a Mendoza para estudiar Enología y perseguir sus sueños. Ya lleva más de 10 años como director de enología de la bodega Navarro Correas, tiene a su cargo más de 50 etiquetas y no podría estar más feliz. Entre viajes, catas y maridajes, pudimos entrevistarlo en Lima a donde llegó para presentarnos oficialmente a Juan de Dios, el nuevo vino ícono de Navarro Correas.
Fernando nació en Quilmes y recuerda que desde muy chico siempre fue un apasionado del vino incluso cuando, aún siendo niño, se animaba a probarlo con soda de vez en cuando. Proveniente de una familia de clase media, la vida lo llevó por otro lado y a los 24 años se movilizaba en bicicleta por la ciudad de Buenos Aires camino a dictar clases particulares de matemática y física mientras estudiaba el tercer año de Ingeniería Química. Pese a eso, la pasión por el vino nunca se fue y, movido por esa pasión, toma la decisión de dejarlo y mudarse a Mendoza a estudiar Enología. Poco a poco sus sueños fueron tomando forma.
Fernando ha recorrido el mundo gracias a su trabajo, hizo cosechas en Estados Unidos, Italia, Alemania, Sudáfrica, Argentina y trabajó también en diferentes e importantes bodegas, que le brindaron la experiencia y versatilidad necesarias para desenvolverse en el cargo que ocupa. Desde el 2008 Fernando se desenvuelve como director de enología de la bodega Navarro Correas; empezó a cargo del portafolio premium, para más adelante encargarse de todas las líneas de la bodega.
“Uno le mete mucha garra y pasión a lo que hace. Hoy tratamos de hacer vinos amables y fáciles de tomar, además, se tiene que ser muy versátil para gustar a todos los consumidores.”
Navarro Correas nace en la década del 70 como una de las primeras bodegas en ofrecer varietales de alta gama. La bodega se caracteriza por su permanente búsqueda de nuevas expresiones, seleccionando las regiones con microclimas y suelos más destacados de Mendoza, con el propósito de lograr complejidad, diversidad, y seleccionar el mejor terruño para cada variedad. Trabajan con más de 60 viñedos ubicados en diferentes zonas.
Fernando comenta que una de las partes más importantes del proceso es el trabajo en la viña. “El 70% del resultado de un vino pertenece a la viña, uno como enólogo debe recorrer los viñedos de forma constante para saber qué está sucediendo. El 30% restante corresponde a la parte humana, a cómo cuidamos el proceso de elaboración. Hoy en Navarro Correas buscamos hacer vinos redondos, suaves y a la vez elegantes.”
Juan de Dios
Juan de Dios es el vino ícono de Navarro Correas, su nombre hace referencia al fundador de la bodega, Don Juan de Dios Correas, quien fuera gobernador de Mendoza en 1824, precursor de la viticultura al plantar las primeras vides y quien también fuera colaborador activo del general José de San Martín. Juan de Dios proviene 100% de viñedos de Agrelo en Luján de Cuyo, una de las zonas más frías de Mendoza y donde se encuentran algunos de los viñedos más viejos, dando como resultado el terroir ideal para la elaboración de vinos.
Juan de Dios un blend constituido en un 82% de Malbec y un 18% de Cabernet Sauvignon, además de tener un paso de 18 meses en barricas de roble francés. Esto resulta en un vino muy fino, elegante y suave, en nariz resaltan los aromas a frutas negras, a moras, grosella e higos, además también presenta notas a pimentón y pimiento rojo, muy propio del Cabernet Sauvignon. En boca es muy sutil, aterciopelado y de final largo, con ligeros toques especiados.
Fernando recalca lo fundamental de la temperatura de servicio, recomienda abrirlo media hora antes y servirlo aproximadamente a 18C°. En cuanto al maridaje, es un vino que va muy bien con todo tipo de carnes y pastas, pero Fernando tiene una idea diferente. “Para mí, el mejor maridaje está en disfrutar este vino con una persona que quieras mucho, disfrutarlo al terminar de comer, sentarse a disfrutarlo con un amigo, tu padre o tu madre, Juan de Dios es un gran vino y el maridaje perfecto está en con quién lo disfrutas.”