VIDA Y ESTILO

Vietnam, diario de una viajera experimentada

Escribir sobre Vietnam me transportó a la experiencia y los recuerdos de lo vivido cuando visité esa fantástica tierra. Un país con gran influencia francesa debido a las ocupaciones en el siglo XIX, marcado para siempre por una larga y fulminante guerra con Japón y Estados Unidos a mediados del siglo pasado; pero a pesar de eso, la sonrisa es el denominador común en sus habitantes que muestran un gran respeto por todo y todos.

El país mantiene un tercio de su territorio como un maravilloso bosque, y hace pocos años destacó por mostrar uno de los mayores crecimientos económicos en el mundo.

Creo que muchas veces dejamos de lado aquellos atributos que hacen de Vietnam un país que hoy cualquiera quisiera visitar, a causa de la mala reputación que se generó en tiempos de guerra. Pero eso hoy es historia, y Vietnam es un país en constante cambio y desarrollo; un país poco descubierto para nosotros peruanos, y que vale la pena incluir en tu Bucket List.

¿Qué esperar cuando viajas a Vietnam?

Entre otras cosas, se puede palpar una evidente influencia china, debido a que esta península formó parte del Imperio durante años, y eso se refleja en las costumbres, música, artesanías, arquitectura y comida. Espectaculares paisajes con interminables caídas de agua, cielos despejados y extensos campos de arroz son característicos. Los colores son similares a la selva amazónica: vegetación de varias tonalidades de verde contrastados con el marrón del río y el profundo azul del cielo, adornados por contorneadas nubes de un blanco intenso. Maravillosos mamíferos como el elefante asiático o el tigre de Indochina, en un entorno que parece salido directamente de alguna película estilo Jurassic Park.

Caos organizado. En las ciudades las calles están llenas de motos y bicimotos que no siguen una misma línea, pero que de cierta manera, la mayoría de veces, no chocan. Parece que todos aquellos que aprendieron a caminar tienen una moto.

Desde Hanoi hasta Saigon

Cuando llegamos a Hanoi, el viaje empezó de manera increíble. Nos llevaron a la casa de un músico local donde nos sirvieron de cenar mientras él tocaba la flauta con su esposa que lo acompañaba al piano. La vida en los alrededores de Hanoi es sumamente tranquila, así que nos fuimos de paseo a Cuu, un pueblito con una arquitectura francesa, de lo más encantador. Desde ahí volvimos en bicicleta, y nos fuimos en tren hasta Lao Cai; ¡toda una experiencia! En el camino vimos campos de arroz, pequeños pueblitos, ríos. Al llegar, caminamos entre campos de coloridas y engreídas orquídeas y campos de pinos. Volvimos en tren y pasamos la noche en Hanoi.

Al despertar estaba emocionadísima. Por fin había llegado el día de visitar Halong Bay. Durante años había soñado con tomar esos cruceritos que parecen salidos de una de las aventuras de Peter Pan. Las vistas panorámicas de cuevas, islas totalmente cubiertas de verde vegetación con el mar acompañando todo escenario, me quitó el aliento.

Los días siguientes transcurrieron entre clases de Tai Chi, suntuosos desayunos, cocteles al atardecer y caminatas en pueblos con arquitectura japonesa, china y vietnamita. Sorprendentes combinaciones de legados milenarios. Queríamos seguir, queríamos absorber por completo la esencia de Vietnam. Nos enseñaron las técnicas de caligrafía, nos mostraron la comida de ambulantes en las calles, montamos bicicleta y respiramos el aire una y otra vez… en absoluta libertad.

¿Volvería? En un abrir y cerrar de ojos, para ver esos poéticos estanques de flor de loto, campos de plátanos y horizontes con pequeños botes que parecen pintados con acuarela. Como me dijo una buena amiga hace unos días: “Disfruta la vida, porque sólo estás aquí de paso”.


Hay cosas que simplemente no puedes dejar de probar en un restaurante de Vietnam

  • Bánh Khot – Pasteles de arroz con un gambas
  • Pho – Sopa de fideos, carne y verduras
  • Goi Cuon Chay – Rollitos de primavera vegetarianos
  • Com Tám Bí Su’òn Cha – Arroz al vapor con cerdo a la parrilla y pastel de huevo
  • Mí Naú Hai San – Sopa de fideos de huevo con marisco y verduras
  • Ca Ri Chay – Curry vegetariano
  • Gõi đu đū – Ensalada de papaya vietnamita
  • Bánh xèo – Crepes con gambas y verduras
  • Chà Giò Chay – Rollitos de primavera fritos
  • Hù Tiêu – Fideos fritos con setas y verduras
  • Mien Luőn – Sopa de Fideos con Cangrejo
  • Cafés, caliente y con hielo, vietnamitas
  • Y las dos cervezas nombradas como las dos ciudades más grandes: Hanoi y Saigon

Qué hacer

  • Alquilar una moto
  • Pasear en bote
  • Bucear en Con Dao
  • Snorkeling en Phu Quoc (espectaculares playas)
  • Visita el Museo de La Literatura
  • Tomar crucero por el río Mekong
  • Zambullirte en las aguas del Mekong
  • Visitar los mercados flotantes, pagodas, templos y cuevas
  • Visitar las Tumbas Reales
  • Tomar una clase de cocina en Highway 4 Cooking School

La mejor temporada

Al norte de Vietnam de diciembre a abril, al sur de noviembre a marzo y al centro de febrero a mayo.


Texto Natalia Ordoñez Durand – Directora de Boarding Pass / Fotos cortesía Boarding Pass Your Travel Planner

 

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