El cuidado por el medio ambiente es una obligación que poco a poco se ha incorporado en todo tipo de actividades. Hoy en día acciones como reciclar o preferir artículos que utilicen materiales biodegradables son esenciales para la vida cotidiana de las ciudades modernas. Por tanto, es importante conocer qué iniciativas están tomando las diferentes industrias para aportar a la protección del planeta.
El área del turismo ha implementado estrategias para avanzar en el cuidado de la naturaleza. El hotel Nayara Alto Atacama ha trabajado desde sus inicios en esta línea y hoy cuenta con el sello S de Sustentabilidad entregado por el gobierno de Chile, el que reconoce el compromiso del hotel con los pilares fundamentales de sustentabilidad en los ámbitos socio-cultural, medioambiental y económico.
Dentro de su filosofía, Nayara Alto Atacama va más allá del turismo sostenible y se identifica profundamente con el concepto de Turismo Regenerativo. Esto significa que además de reducir el impacto ambiental, el hotel trabaja en la restauración de la naturaleza que lo rodea a través de proyectos de reforestación e inversiones en la comunidad local, operando en armonía con la naturaleza y dejando espacios para que lo que es salvaje e intrínseco del lugar pueda crecer y progresar.
En esta línea, la arquitectura de Nayara fue inspirada en el desierto, en los colores, texturas y materiales que reflejan la cultura Licancabur y los miles de años de historia del Desierto de Atacama con el objetivo de fundirse a la perfección con el paisaje natural que lo rodea.
Así mismo, el Jardín Andino construido por la botánica y paisajista Verónica Poblete en el oasis donde está situado el hotel rescata la cultura ancestral del desierto con más de 2.000 m2 que integran árboles del altiplano, variedades de cactus, arbustos y plantas comestibles del desierto junto a un lago artificial donde florece la vida acuática y reúne a abejas y aves que llegan buscando sombra y alimento.
La conservación del agua y la energía es otro punto clave en el programa de sustentabilidad que implementa Nayara Alto Atacama. Para maximizar el uso de la energía natural del sol, la orientación de las habitaciones permite minimizar el uso de calefactores, los cuartos de adobe están cubiertos de una manta térmica natural que contribuye a la optimización del clima, mientras que los techos utilizan el arbusto local llamado Brea para ayudar a evitar el sobrecalentamiento y propiciar una temperatura fresca durante las tardes en las diferentes áreas del hotel.
Además, durante la última remodelación interior de las habitaciones se instaló un sistema bioclimatizador mediante enfriamiento evaporativo que consume hasta un 90% menos de energía que un sistema de aire acondicionado convencional. A esto se suma que mantiene los niveles adecuados de humedad dentro de los espacios, mejora su eficiencia en la medida que aumenta la temperatura exterior, no requiere mantener puertas y ventanas cerradas, por lo que se disminuye considerablemente el riesgo de recircular humos, malos olores, partículas en suspensión y gérmenes, entre otros.
El agua, por su parte, es el material más preciado del desierto. El hotel Nayara Alto Atacama cuenta con un pozo de 70 metros de profundidad del cual se extrae el agua y se potabiliza con un sistema de osmosis inversa para el consumo en el hotel. Una vez usada, el agua es tratada nuevamente para regar el Jardín Andino y sus huertos.
A su vez, el agua en duchas y piscinas se atempera gracias a un radiador conectado a los generadores del hotel, mientras que el spa utiliza el agua que proviene directamente de pozos naturales, (cargadas de sales y minerales) y que alcanza una temperatura de 38ªC con ayuda de caldera a gas.
La importancia de cuidar el medio ambiente es una responsabilidad que Nayara Alto Atacama ha implementado de manera integral desde sus inicios para entregar a sus huéspedes un espacio que les permita conectarse al 100% con la naturaleza del desierto y su propio interior.
Para más información visita www.nayaraaltoatacama.com