Si algo caracteriza a la mesa en Navidad es que tiene más comida de la que podemos comer. Sí, al día siguiente la refrigeradora amanece llena de tappers. ¿Qué tal si utilizamos estas delicias para hacer otros platos? En Sommelier te damos algunas ideas para chuparse los dedos.
Vanessa Rolfini @rutasgolosas
La mesa de Navidad suele ser abundante, llena de sabores y numerosos platos de larga cocción, que no disfrutamos con frecuencia. Lo cierto, es que al día siguiente tenemos el refrigerador lleno de tappers con todo lo que sobró. La salida más sencilla es recalentar algunos de ellos y repetimos de modo más informal el menú de la noche anterior.
Ya sea que después de días en la mesa con el mismo menú, aún quede comida en la refrigeradora o que ya no queramos repetir, pero no deseamos desaprovechar la comida y continuar el festín, en Sommelier les damos algunas sugerencias de cómo transformarlos en otros platos de fondo o piqueo, incluso, para saciar algún antojo.
Con el pavo o lechón
En este caso la primera opción son saánguches, que se pueden hacer con el pan de preferencia, francés, blanco, ciabatta, o esas sabrosas hogazas de masa madre. Lo cierto es que el pan puede ser fresco o tostado con un toque de mantequilla. De aquí en adelante, se le puede añadir desde camote frito, queso fresco o amarillo y derretirlo a la plancha, o añadir vegetales.
Otra opción para aprovechar este clásico de la Navidad es elaborar ensaladas. Resulta sencillo, porque solo requiere trocearlos y mezclarlos con papa y camote cortados y hervidos; en partes iguales, añadir cebolla china picadita, aderezar con mayonesa, un toque de mostaza y esparcir maní u otro fruto seco de su preferencia al servir. Los tubérculos se pueden sustituir por fideos cortos, incluso esas versiones de tres colores que le darán más vistosidad.
Con el arroz árabe
El arroz recalentado con un huevo y queso encima siempre es la opción más sencilla. Pero le damos una receta de torrejas de arroz: Para 2 tazas de arroz necesitará 2 tazas de harina de trigo (si es preparada mejor), 2 huevos, 1 taza de agua, leche o caldo y aceite para freír, una cucharada de azúcar y una cucharadita de sal.
Entonces, mezcle el líquido con la harina, los huevos y verifique el sabor por si le falta un toque de sal. Tiene que quedar una mezcla uniforme, líquida y con cuerpo similar a la de los panqueques. Luego añada el arroz, mezcle bien y en abundante aceite caliente freírlas. El tamaño es de una cucharada de copa. Cuando doren por un lado y comiencen a hacer burbujas, se voltean para freírlas por ambos lados. Luego se escurren y disfrutan.
Con el puré de camote
El puré es perfecto para hacer buñuelos o un pastel en el horno. En el caso del pastel, solo tiene que mezclar lo que sobró con un par de huevos, un poco más de harina hasta que tenga una consistencia más densa que el puré original. Luego verter en un refractario, previamente engrasado, esparcir por encima queso y llevar al horno a 180°C por 25 o 30 minutos. Será un acompañante increíble de cualquier comida. Puede sustituir el queso por frutos secos.
Con el puré de manzana
Basta con acompañarlo con helado. Pero también se pueden hacer creps y rellenarlos, a lo que también le viene bien el helado.
Una receta más atrevida es mezclar una taza de puré de manzana con otra de caldo, llevar al fuego y cocinar allí con trozos de chancho. Al momento de servir añadir pecanas o almendras troceadas.
Con el panetón
Se trata de los integrantes más versátiles de la mesa en Navidad. Dos opciones sencillas y muy sabrosas. La primera es rebanarlo y aparte en una sartén derretir mantequilla espolvorear canela y tostarlo allí. Luego con cuidado añadir una cucharada de ron o whiskey y flambear con cuidado de no quemarse.
La otra opción es tomar un panetón, cortar la parte superior que luego nos servirá de tapa. Cavar el relleno con cuidado dejando que las paredes tengan un par de centímetros de grosor. Después rellenar el panetón con el helado de su preferencia, que puede ser uno, dos o tres sabores, incluso se puede mezclar con chispas de chocolate. Taparlo con la tapa que cortamos al principio, envolver con film y llevar al congelador. Servir rebanado.