Por Vanessa Rolfini @rutasgolosas
La reciente edición limeña del Premium Tasting resultó un recorrido extraordinario por vinos de alta gama de cinco países sudamericanos, armonizados con un acertado menú degustación. Quedó claro que esta edición ofrece un diferencial importante de las realizadas en Argentina y Chile, por ejemplo, al transformar la experiencia en una travesía que recorre casi toda Sudamérica.
En esta oportunidad se llevó a cabo en el Country Club Hotel, con la dirección de Marina Beltrame, al frente de la Escuela Argentina de Sommeliers y Diego Vásquez, a cargo de la summillería en los restaurantes Central, Kjolle y Mil. La cata a ciegas fue para más de 300 personas con la presencia de vinos tradicionales hasta los más disruptivos.
Un aspecto diferenciador fue la inclusión del maridaje. Se sirvieron 15 platos de degustación, en una cuidadosa selección que bien vale dedicarle un elogio al chef ejecutivo del Lima Country Club, Danny Rojas y a su equipo.
En la Premium Tasting 2023 se sirvieron 39 etiquetas: 21 argentinas, 9 chilenas, 4 peruanas, 3 brasileras y 2 uruguayas. Se degustaron 18 cepas donde las más presentes fueron Chardonnay, Malbec y Cabernet Sauvignon, incluso, el blend entre las dos tintas mencionadas estuvo presente en repetidas ocasiones.
Perú hace vino
En este caso, la participación de los vinos peruanos ofreció momentos estelares, como el servicio de los únicos vinos naranja y rosado, de Bodega Murga e Intipalka de Viñas Queirolo, respectivamente. Ambos elaborados con uvas patrimoniales Quebranta y Mollar. En el caso del rosé, fue una apuesta arriesgada del enólogo Luis Gómez, quien ha logrado un vino con registros poco comunes, mostrando otras posibilidades de la vid más plantada en el mundo del pisco, pero que apenas empieza a dar cuenta su potencial en el vino.
Por otra parte, hay que destacar que las etiquetas Don Manuel de Tacama con su Tannat 2019 e Isabel de Finca Rotondo con su blend de Cabernet Sauvignon – Malbec, dejaron bien plantada la presencia local. Resalta que tres de las etiquetas proceden de bodegas de tradición, que muestran una evolución sólida, apuntando al mercado de los vinos secos de alta gama. Como bien expresó enólogo de Oscar Mancilla de Finca Rotondo, “nuestra presencia en esta edición es una oportunidad para demostrar que en Perú si es posible hacer vino de calidad”.
Particularidades para destacar del Premium Tasting
Resultó atractiva la presencia de vinos brasileros, entre ellos dos espumantes: Estrelas Do Brasil 2022, un extra brut rosé elaborado con Pinot Noir y el Cave Geisse Nature 2015, un brut nature del enólogo chileno Mario Geisse, que fue una experiencia compleja, fresca y austera para los amantes del espumoso sin licor de expedición. La otra botella que se destacó fue Sabina, un Syrah de la cosecha 2022 elaborado por Sacramentos Vinifer.
Por su parte, bien vale la mención Insólito, vino elaborado con Pinot Noir por la Bodega Puerta del Abra, ubicada en la provincia de Buenos Aires, donde la presencia de productores es escasa, tal como contó su enóloga Delfina Pontaroli, quien enfatizó la exploración y respeto por el terroir.
Premium Tasting Edición Perú 2023
Siete etiquetas de blancos estaban presentes en esta edición, de las cuales, cinco eran argentinas. Destacó Signature de Bodega Susana Balbo, un blend de Torrontés, Semillon y Sauvignon Blanc, que resultó complejo y de carácter, donde el enólogo José Lovaglio, afirma que intenta “embotellar el paisaje”, expresión que se dejó colar un par de veces más por otras bodegas.
Por su parte, una de las dos etiquetas uruguayas presentes fue de Bodega Bouza, elaborada con Riesling de la cosecha 2022 que fue una enriquecedora y fresca bocanada del país sureño.
La última copa servida de la noche le correspondió al espumante argentino El Relator, añada 2018, elaborado con Chardonnay, por el enólogo José “Pepe” Reginato, cuyo trabajo con burbujas siempre le ha valido grandes elogios. Fue el cierre perfecto de la jornada.
A propósito de tintos …
Merecen una nota aparte porque fue el grupo de vinos más numeroso, variado y complejo. Más allá de la calidad de las etiquetas ya mencionadas, todos los países dejaron clara la interpretación de las vides con las que trabajan.
Algunas a destacar son las chilenas Origen Pinot Noir de Viña Leyda, el Syrah de Polkura 2019, los Carmenere de Maquis Viola 2019 y el Wings 2019 de Bodega Montes, y Chaski de Bodegas Perez Cruz, elaborado con Petit Verdot.
En el caso de los argentinos, dado que era el grupo más extenso, destacaron los elaborados con Cabernet Franc, Pulenta State 2020 y El Gran Enemigo 2019. Por otra parte, los hechos con Malbec, Teho 2019 de la bodega que lleva el mismo nombre, Siesta en el Tahuantinsuyo de Ernesto Catena y Cavas Weinert 2012, un blend con Cabernet Sauvignon, que fue la añada más vieja servida en la noche.
Tal como dijo la sommelier Marina Beltrame al finalizar: “cuánto trabajo, cuánto logro, cada año se nota. Es un placer enorme por tres”.