Antes, durante o después de la comida, las burbujas son sinónimo de celebración. El fin de año propicia el descorche y las góndolas de supermercados y vinotecas siempre amplían la oferta para esta época. Y con los champanes un poco más lejos del alcance del bolsillo local, los espumantes nacionales e importados adquieren aún mayor protagonismo y nos guste o no, los peruanos tenemos el paladar azucarado: Nos atrae tremendamente lo dulce, pero es bueno que vayamos un poco más allá. Por eso, acá les traemos algunas opciones de espumantes nacionales (hay que probar lo nuestro, que hay cosas buenas) y por algunas opciones de espumantes argentinos y cavas.