Mayo es el mes de la papa y esta semana va especialmente dedicada a nuestro tubérculo milenario. Ese que por siglos nos ha alimentado y tantas alegrías nos ha dado. Queremos rendirles tributo a sus orígenes y a quienes la cultivan. ¿Qué tal si lo hacemos con una tradicional Papa a la huancaína? Esa sabrosa porción de papas sancochadas con huevo duro, bañadas por una suave crema de ají amarillo al que pocos nos resistimos. Entonces acompáñanos a recordar 5 datos sobre este plato emblema que hoy, a pocos días de celebrar el Día Nacional de la Papa, traemos para ti.
El Perú produce una impresionante variedad de papas que enriquecen nuestra gastronomía. Son 3500 especies. Los Andes centrales han dado origen a un platillo con el que hoy celebramos el mes de la papa. La tan simple como sabrosa Papa a la huancaína.
- Origen y versiones
Para hablar de su nacimiento, es necesario situarnos en la ciudad de Huancayo, pues ahí se encuentra una de las versiones más conocidas sobre el origen de este platillo. Su origen data de la época en la que se construyó el Ferrocarril Central, el cual iba desde Lima a Huancayo. De acuerdo con las investigaciones, las mujeres huancaínas preparaban un plato a base de papa, queso y rocoto para los trabajadores del ferrocarril. El platillo se convirtió en el preferido de todos rápidamente y así, cuentan, nace el nombre que hasta hoy permanece: Papa a la huancaína.
Otra versión sobre el origen de este plato es atribuida al obispo de Huánuco, Rubén de Berroa. El religioso sostenía que la autora era una mujer cocinera que habría creado la salsa que acompaña las tradicionales papas sancochadas. La mujer decidió vender su platillo a los pasajeros que viajaban en el ferrocarril con dirección a Huancayo. La presentación no tardó en hacerse popular entre los viajeros, quienes la bautizaron con el nombre de “Salsa de la huancaína”.
2. Rocoto en vez de ají amarillo
¿Nos creerías si te decimos que la receta original llevaba rocoto? Pues sí. Esta salsa casera era elaborada con queso desmenuzado, rocoto sancochado y molido, mezclado con leche; sin embargo, con el pasar de los años, y cuando está receta fue traída a la capital, se cambió por el ají amarillo.
3. La receta tradicional
Uno de los lugares que sigue preparando este platillo de la forma tradicional, esa que lleva rocoto en vez del ají amarillo es Huancahuasi. Ellos siguen moliendo el rocoto o ají amarillo (y el queso desmenuzado) en batán, como en sus orígenes. Se los recomendamos.
4. ¿Entrada o acompañamiento?
Los peruanos comemos la Papa a la huancaína como entrada y hasta como acompañamiento. Por su sabor (y porque nos gusta comer bien sabroso), no solo la servimos como entrada, sino que puede adornar desde un clásico Arroz con pollo, hasta unos tallarines rojos. Si a lo anterior, le agregamos cebiche, chanfainita, cau cau y un poco de ocopa, tendremos otra creación bien peruana como es el popular “Siete colores”.
5. Versión chiclayana
En el norte de nuestro país, específicamente en Chiclayo, tienen una versión “distinta” de este famoso plato. No utilizan ají cómo lo hacen los limeños; los chiclayanos, reemplazan la papa sancochada por papa aplastada, le dan forma de bola y agregan la salsa encima.
Fuentes: Perú.info, Andina