El reciente ganador del premio Luces 2019 de El Comercio en la categoría Mejor Bartender y finalista del Concurso Bacardi Legacy en Perú nos recibe en Osaka, su segunda casa, para conversar sobre su “Media Naranja”, -el coctel que lo llevó a ser uno de los finalistas del Bacardy Legacy-, y su pasión por su profesión.
¿Cómo te iniciaste como bartender?
Me inicié cuando tenía 17 años en un pub en San Miguel. Tuve la oportunidad de reemplazar a un compañero, supuestamente, por una semana. Estuve 2-3 meses y lo dejé por un tiempo. Me salí y me dediqué a trabajar en ventas. Cuando tenía 20 años retomé mi pasión por insistencia de mi novia. Me costó, tuve que adaptarme a los horarios, y me dediqué a estudiar full, felizmente había hecho dinero en otros trabajos. Tuve grandes profesores como Juan Carlos Gómez, quien un día saliendo del instituto me dijo algo que me marcó para siempre: “Nunca pierdas tu norte y sigue para adelante”. Mi norte era ser un exponente de la coctelería peruana. Así es como empiezo.
¿Qué significa ser bartender para ti?
He tenido el ideal de ser una persona muy dedicada al servicio y ser cortés. Creo que es el reflejo de ser un bartender, tienes que ser así no solo con quienes atiendes en la barra, sino también con todos. La barra es mi tarima y aquí me gusta ser show, me gusta hacer reír a los clientes. A mí me regalas una sonrisa y me regalas la mejor experiencia.
¿Cómo empezaste a trabajar en Osaka? ¿Qué tiene de especial tu barra y qué distingue a tus clientes?
Es un poco gracioso el cómo llegué, fue sin quererlo, tenía que salir de mi zona de confort, pero acepté el reto. Preparé mi CV, me entrevistaron y hace 2 años estoy aquí tratando de compartir sonrisas con los chicos y los comensales.
Nuestra barra no es una segunda opción en el restaurante. Tratamos de que los cócteles vayan de la mano con cada plato. Tenemos toda clase de cócteles: de autor, clásicos, ahumados, somos artesanos del hielo. Recibimos mucha gente, tenemos un buen rush y el equipo se luce.
El perfil de los clientes de Osaka es que no tienen un perfil definido (risas). Un día podemos atender a dos personas que acaban de venir de la playa que vienen en ropa de verano y se sientan en la barra y te hablan de una manera muy cool. Al siguiente día, podemos recibir a un grupo de empresarios que están cerrando un negocio porque les parece una barra muy agradable. Tenemos que saber distinguir a los clientes. Hay algunos que te permiten hablarles, mientras hay otros que cuidan más su espacio.
¿Qué cócteles deben probar sí o sí en la barra de Osaka?
Depende de los gustos. A mí me gusta mucho el Mr. Osaka, un cóctel al que le damos un toque ahumado, el nombre te da personalidad. Si no te has tomado un Mr. Osaka, no has venido a Osaka. Sale con una decoración impresionante y un final de romero. También puedes irte por un Maka Sour, que también queda muy bien con cualquier plato.
Lograste llegar a las finales del Bacardi Legacy con tu coctel “Media Naranja”, ¿Cuál es su historia?
Después de ese nombre todos me decían el bartender enamoradizo (risas). Jugué con el significado de “media naranja”: puede ser tu profesión, algo que amas hacer o una persona. El nombre es porque disfruto lo que hago detrás de la barra. Dentro del concepto quise explicar que cada ingrediente era un aspecto de mi vida: Lavanda, porque huele muy bien y ¿quién no se prepara y se pone su mejor perfume para alguna ocasión importante?; Jerez, le aporta carácter y es lo que te define, tu personalidad; Naranja, porque no podía llamarlo Media Naranja sin ponerle naranja, ¿no? (risas); Ron, representa la pasión y coincide con que utilicé el Bacardi 8 años, que son los años que tengo en la barra. Y para terminar le agregué unos toques de cacao, porque si todo en la vida fuese dulce todo sería muy fácil, y nada nos motivaría a luchar por nuestros sueños.
¿Cómo recibiste el haber ganado el premio Luces al Mejor Bartender?
Me tomó por sorpresa la nominación. Estaba con mi familia y me llegó un mensaje sobre el tema. Toda mi familia y yo nos emocionamos. Fue un momento muy agradable. Después en Osaka todo el equipo felicitó y eso me reconfortó mucho. Debo reconocer que el premio no es solo mío, es un trabajo en conjunto, y que no trabajo por el solo hecho de ser reconocido, sino para que la gente me vea como un ejemplo.
Por Alvaro Poicon