BEBIDAS

La historia del champagne en el pódium de F1

Foto: Wesport News

Si visualizamos una carrera de Fórmula 1, una de las cosas que primero se nos viene a la cabeza es el baño con champagne del vencedor. La F1 y el pódium regado con champagne es una tradición que todos identificamos con este deporte de motor. Pero el origen de esta costumbre no es tan conocido. Conozcamos la historia de esta burbujeante celebración a propósito de que este domingo celebramos el Día Internacional del Champagne.

El champagne como premio

La celebración en el podio es uno de los momentos más apreciados de las competiciones de motor. El ganador agita la botella para rociar a todos los presentes con el vino espumoso en un ambiente festivo y de jolgorio. Pero, la primera vez que se otorgó una botella a los ganadores no fue descorchada en un baño de masas: era un premio más para los vencedores.

El circuito de Reims acogió por primera vez una carrera en el año 1950. La localidad está dentro de la región de champagne, cuna de este vino con Denominación de Origen. Para promocionar el espumoso, los organizadores decidieron obsequiar a los vencedores con una botella de tan apreciado vino. Pero no se descorchaba en el podio, los ganadores se la llevaban a casa.

El primer baño de burbujas documentado se produjo en 1966. El piloto Jo Siffert consiguió una ansiada victoria para Ford. La alegría se contagió a todo el equipo, ya que arrebataron el triunfo a la escudería hegemónica en esos años, Ferrari. La botella de champagne del vencedor estuvo expuesta al sol durante demasiado tiempo, lo que hizo que el corcho saltara y se produjera el primer baño de champagne de la victoria de forma totalmente accidental.

Ferrari ha conseguido descorchar muchas botellas de champagne. Pero la instauración de esta costumbre se la debemos a Ford y en concreto al piloto Dan Gurney y su victoria en Le Mans en 1967. El propio corredor contaba que, tras ganar una carrera tan disputada, alguien le acercó una botella gigante de Möet & Chandom. La euforia le llevó a agitar la gran botella y regar a todo su equipo para festejar que habían arrebatado el título a Ferrari. 

No apta para todos los circuitos

En algunos países en los que está prohibido el consumo de alcohol, la tradición de la botella de champagne se sustituye por descorchar otras bebidas espumosas, pero no alcohólicas. Bahréin o Abu Dhabi son ejemplos de esta excepción.

Indianápolis también tiene sus peculiaridades y los triunfos se festejan ¡con leche! Esto se debe a que el triple ganador de la competición Louis Meyer pidió brindar con su bebida favorita, la leche. A cada piloto vencedor se le pregunta por el tipo de leche que desean para festejar la victoria.

Foto: ABC Deportes

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