El Dry Martini es increíblemente simple, solo tres ingredientes integran la fórmula que ha estado en boca de celebridades y personaje del cine por décadas. Sí, solo gin, vodka y una aceituna integran este gigante de la coctelería mundial. Para celebrar este día, en Sommelier asumimos el reto de visitar varias barras de Lima y recomendarles a nuestros lectores algunos lugares donde disfrutar en soledad o en compañía este coctel simple, de carácter, seco (la mayoría de las veces) y muy glamoroso.
El 19 de junio se celebra la presencia del Dry Martini en las barras, donde ha reinado desde principios del siglo XX y cuya partida de nacimiento le otorga la nacionalidad norteamericana. La fórmula clásica ha dado lugar a cientos, miles de versiones, desde reinterpretación de la receta más clásica, hasta los “Dirty” o sucios, donde entran otros ingredientes.
Acá, nuestras recomendaciones…
El clásico en la Sastrería Martínez
No solo es uno de los lugares de moda de Lima, su ambiente clandestino ambientado en los años veinte, le imprime a un clásico Dry Martini algo especial. Diego Macedo, al frente de este bar speak easy, lo prepara perfectamente, dice que aprendió hacerlo y quererlo en su paso por España, donde trabajó en un bar donde su principal función era elaborarlos. Sin duda, la práctica hace al maestro.
“Cuando vas a hacer un Dry Martini el vaso mezclador tiene que estar bien frío y la copa donde lo vas a servir congelada. Son dos onzas de gin, a mí me gusta el Tanqueray para el clásico o Martin Miller´s. Si lo quiero bastante seco, uso un poco de vermouth francés Noilly Prat, con el enjuago no más el hielo. ¿Dónde está la dificultad? En la temperatura, porque al momento de remover cuento en mi cabeza sesenta vueltas, pero, eso también depende del hielo que uso. El objetivo es que quede muy frío y sin aguar”, explica Macedo. Lo hace ver muy simple, pero justamente ahí está la complicación.
No lo sirve en la clásica copa Martini o martinera, que se usa para los llamados cocteles directos o straight up. Luego esparce por encima el rocío de la piel de limón. También comenta que es un trago para personas con gustos clásicos y de bebidas secas (bien secas) y de sabores intensos.
Instagram: @sastreríamartinezlima
Dirty Blue, con tres aceitunas en Lila Dasso
En la barra de Lila Dasso no verás en la carta la palabra Dry Martini, pero si Dirty Blue, que se trata de su versión “dirty”. En este caso, la bartender Lizz Díaz, narra que su sello distintivo son tres aceitunas rellenas de queso azul, gorgonzola para ser específicos.
Le añade una nota salina, que a su parecer despierta todas las papilas, y su fórmula la hace con el destilado andino Salqa botanizado en vez de gin, Jerez fino, vermouth blanco de origen norteamericano y un par de gotas de bitter de naranja.
El coctel está diseñado para tomarlo en tres tragos, por eso tres aceitunas. A juicio de Díaz la aceituna es fundamental.
Instagram: @lila.dasso
Dirty con sabor a panca o coco en Mérito
Todos los tragos de la barra del restaurante Mérito tienen un giro inesperado, algo que lo hacen suyos, alineados con la propuesta gastronómica del lugar, tanto, que la cocina y la barra comparten muchos ingredientes. En el restaurante ubicado en el puesto 59 de la lista mundial de 50 Best Restaurants de 2023, se ofrecen dos versiones, creadas en conjunto con la barra de Lady Bee, junto el chef Juan Luis Martínez y el toque diario que le dan las bartenders Karol Miguel y Verónica Colunga.
“Panca” es la primera versión, consiste en gin infusionado con pancas a la brasa, vermouth Noilly Prat, Jerez y unas gotas de aceite de higo. No hay aceituna. Una explosión de sabor que debe beberse helada.
La otra versión se llama Coco-Cardamomo, donde se mezclan gin, Campari y dos tipos de vermouth (Cocchi y Punt e Mes) y Cynar, coco confitado y cardamomo. Al momento de servirlo lo hacen en un vaso corto, con un cubo de hielo y un trozo de hoja de bijao.
Instagram: @meritorest