A punto de cumplir un siglo de vida, la automotriz francesa se propone que el 45% de sus ventas provengan de fuera de Europa.
Después de 6 años, Citroën volvió a obtener un récord de ventas en Europa en el 2017. Pero la histórica marca, que está a punto de cumplir cien años de vida, va por más. Ahora apunta a conquistar el mundo a través de una ofensiva comercial sin precedentes, con nuevos mercados y plantas de ensamblaje en diversos puntos del planeta.
El objetivo que se ha fijado es que sus ventas fuera de Europa alcancen el 45% de sus ingresos globales en el 2020. Del 1’100,000 vehículos que colocó en el mundo durante el 2017, el 26% se vendió fuera del continente, un crecimiento de 4% con respecto al año anterior.