Famosa en todo el mundo gracias a los magistrales ejemplares que desde siempre se elaboran en la región francesa del Loire, la Cabernet Franc también está pisando fuerte en varios países de la región como Argentina, por ejemplo. Desde hace unos 10 años se ha transformado en la variedad de moda que todos quieren descubrir y disfrutar. “De Cabernet Franc en nuestro país hay 1,352 hectáreas a la fecha. En 2002 había apenas 250. De ellas, unas 286 están en Luján de Cuyo, principalmente en Agrelo, mientras que 583 están plantadas en el Valle de Uco”. (Fuente: Vinómanos).
Según los expertos del vino en Argentina, existan dos grandes grupos de Cabernet Franc: mientras que los primeros están marcados por el componente herbal y paladar amplio, los segundos ofrecen fruta y hierbas, con paladares más jugosos.
Dato. Esta cepa es originaria de la región del Médoc francés donde se vinifica hace siglos. Es allí donde forma parte, junto con el Cabernet Sauvignon y el Merlot, del ampliamente conocido “corte bordelés”. Más allá de esta longeva historia, a la antesala de su día (el 4 de diciembre), te contamos un poco más de ella.
Características del Cabernet Franc
Desde hace un par de décadas son más los productores que la vinifican como varietal y no para la mezcla de otras cepas, como normalmente la vemos. Es un tipo de uva que envejece muy bien, por lo que la crianza en barrica proporciona vinos de excelente calidad. Como base de vinos jóvenes, da como resultado caldos muy ligeros, aromáticos y agradables.
La Cabernet Franc es mucho más ligera que el Cabernet Sauvignon, por lo que da lugar a vinos más suaves. Produce tintos muy coloreados, agradables, de bouquet delicado y con aromas predominantemente herbales; aunque dependiendo del terroir y del estilo del vino, puede tener aromas adicionales como tabaco, frambuesa, violeta, pimienta (si se mezcla con uvas más robustas).
¿Con qué marida?
Su cuerpo ligero, acidez equilibrada y sus taninos lo convierten en un gran acompañante de platos sencillos como pastas con salsa de tomate, pizzas y asado. Asimismo, combina muy bien con carnes de sabores más complejos como pato o res. En cuanto a los quesos, marida a la perfección con el roquefort, gorgonzola, gouda y brie.
Si estás pensando en una ensalada, le va muy bien al pimiento rojo, a los champiñones, tomate, berenjenas y espinacas. Las salsas especiadas y en base a hierbas aromáticas son fundamentales.
Compañero del blend
Como compañero de fórmula para el Cabernet Sauvignon, le levanta el perfil aromático; como partenaire del Malbec, lo adelgaza y pone en cintura, a la vez que le aporta un trazo herbal atractivo. Entre ellos Argentina tiene un nicho curioso para explorar, a la bordelesa o a la criolla, para decirlo en pocas palabras.
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NDP