El mes pasado se celebró el primer Aimé Lab, en el rooftop del Hotel B, con motivo del lanzamiento de Aimé, la línea de vinos jóvenes de la bodega Ruca Malén. Estos vinos buscan romper estructuras y posicionar a la emblemática bodega argentina a la conquista de consumidores que estén explorando por primera vez en el mundo del vino y busquen una marca que se identifique con los momentos más especiales de sus vidas.
Por eso, Aimé es un producto audaz, especialmente pensado y diseñado para consumidores que prefieren vinos diferentes, frescos y aromáticos. Aquellos que privilegian el sabor y la sencillez sobre la sofisticación, los que se animen a probar cosas nuevas, y que disfruten experimentar el vino en cualquier situación.
“Aimé es un vino con un personalidad muy definida e identificada con los consumidores jóvenes. Su comunicación se centra en estos pequeños eventos que son significativos en la vida de cada uno. Adoptar una mascota, mudarse solo por primera vez, graduarse de la universidad, realizar el viaje soñado, etc.”, comenta Diego Vega, jefe de marca a cargo de este relanzamiento.
En la búsqueda de estos consumidores fue pensado Aimé Lab, un formato de laboratorio de coctelería disruptiva en donde los invitados aprendieron y experimentaron haciendo sus propios cocteles con vino. Es una actividad que se ha convertido en sello de la marca en Argentina y otros mercados de Latinoamérica, en donde se invita a sus consumidores, mayoritariamente millennials, a alejarse de las reglas convencionales al beber vino y experimentar con los vinos que la marca ofrece.
Para este lanzamiento se reunió a influencers de diferentes rubros-, todos separados del mundo del vino y la coctelería-, para que aprendieran cómo preparar un coctel y experimentar con su propia creatividad. La anfitriona de la noche fue Alessandra Dejo, head bartender de Madbar, quien preparó 2 cocteles de autor. Los invitados se animaron a preparar un tercer coctel propio, que se identificara con su personalidad y gustos.
También se contó con la participación Patrick “TERKO” Labrousse, conocido artista urbano, grafitero, quien realizó una intervención en vivo, en las copas de la marca. De modo que, cada invitado pudo llevarse una copa personalizada y única, como recuerdo.
Redacción Sommelier