Por Vanessa Rolfini @rutasgolosas
Todo indica, empezando por los servicios meteorológicos, que este invierno será heladamente memorable, donde todo recurso para apalear el frío será útil y necesario. Entonces, justo ahí, entran las sopas, llegan a calentarnos el cuerpo porque tienen tres grandes virtudes: son nutritivas, hidratan y nos dan sensación de calor para el cuerpo y el alma. Sancochados, aguaditos, shambar, ramen, sopa wantán y criolla, son solo algunas opciones. Aquí algunas recomendaciones para disfrutarlas cucharada a cucharada, para todos los gustos y bolsillos.
Tres sancochados: Restaurante Perroquet, Hotel Sheraton, La Red
El sancochado es un festín en sí mismo, desde el momento que se sirve por separado el caldo de los sólidos en una fuente aparte, donde van desde salchicha, chorizo, varios cortes de carne incluso alguno suma lengua a la oferta, hasta tubérculos, choclo, garbanzos, col y alguna que otra variante que decida el cocinero. Lo cierto es que lo que estuvo separado en algún momento, vuelve a estar unido en el estómago al final de la fiesta. Se trata de una comida larga y distendida, donde es necesario contar con un espacio para un reposo para la digestión. Tres opciones para quien desee darse este gusto que solo es recomendable en invierno. En el restaurante Perroquet del Hotel Lima Country Club y en Hotel Sheraton del centro de la ciudad, ambos casos tienen tradición y año tras año regresan a la carta con el frío. Otra opción rica en sabor la presenta el chef José Del Castillo en el restaurante La Red de Miraflores, quien lo tiene todos los días en la carta. Importante, es un plato para comer en compañía, hasta las versiones más discretas son abundantes y para dos comensales o más.
IG @restauranteperroquet
IG @laredrestaurante
IG @sheratonlima
El ramen de Shizen
La sopa ramen reúne dos grandes atributos, es sustanciosa y sabrosa, y está servida con la delicadeza y belleza propia de la culinaria nipona. En Lima con toda la expresión de la cocina nikkei hay versiones muy buenas y para esta nota destacamos la del restaurante Shizen, donde la tríada de cocineros Mayra Flores, Coco Tomita y Renato Kanashiro se tomaron su tiempo para llegar a la versión que estuviese a la altura de su menú. Los fideos hechos en casa, el huevo de corral cocido a punto, el caldo sustancioso a base de shoyu de la casa y caldo de pollo y cerdo. Hermosamente servido es un gusto visual desde el momento del servicio, forma parte del menú de invierno que coincide con su celebración aniversario.
IG @shizenperu
Misoshiro de Genki
La sopa misoshiru es un platillo muy popular en Japón hecha con un caldo dashi y pasta de miso, de donde proviene su nombre. Pero el chef Alonso Arakaki decidió criollizarla entonces cambió el wakame por yuyo, hizo un caldo concentrado de pescado, le añadió fideos y culantro para darle el punto peruano y “el infaltable ají limo para combatir el frío limeño”, tal como expresa cuando describe la receta. Arakaki la ofrece en esta temporada en Genki, donde la sirve sustanciosa, reconfortante y llena de sabor, más allá que lo recuerda a la época que se fue a tierras niponas a trabajar y era tal vez uno de los platos que comía a diario.
IG @genki_nikkei
Dos especialidades de Siete Sopas
Este templo de las sopas en invierno hace literalmente su agosto, es decir, su oferta de caldos sustanciosos de todo el año se hace imperiosamente necesaria. Los martes el plato estrella es el caldo de cabeza con ese rico gusto que confiere la carne de cordero con las papas y el ají, que sirven acompañado con pan de la casa calientito. La otra opción reina los jueves con la patasca, con su caldo de res, generosa en mote y carne, también servida con los panes de la casa. Ofrecen una relación precio calidad insuperable y están en varios puntos de Lima. Solo que un poco de paciencia, porque es posible que sea necesario hacer cola para entrar.
IG @sietesopas